Aunque la "mitralleuse" fue un invento francés de mediados del siglo XIX, fue durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), también llamada "la Gran Guerra", cuando su desarrollo la convirtió en una máquina mortífera.
En una guerra de posiciones como fue ésta, una guerra de trincheras, alambradas y fango, las ametralladoras abortaban la mayoría de intentos de avance por ambas partes.
Basándose en el
modelo británico "Maxim", cuyos derechos había comprado Alemania
antes de empezar la contienda, la empresa alemana Ludwig Loewe, producía en 1908 la "Schweres Maschinen
Gewehr 08", conocida comúnmente como MG08. Fue la ametralladora
"standard" del ejército alemán durante esta guerra y estuvo en
servicio hasta 1942. Podía disparar 600 proyectiles por minuto, lo que da idea
de su letalidad y nos hace añorar las guerras de antaño, donde eran el
entrenamiento, la disciplina y el valor personal los elementos que solían dar la victoria
al bando más preparado.
Los soldados que vemos llevan el casco alemán modelo M16 que se impuso a mediados de la Guerra sobre el antiguo (y famoso) modelo terminado "en pincho" que habitualmente identifica la nacionalidad y época de sus portadores. En este caso, los cascos están pintados con colores de "camuflaje", técnica que empezó a usarse durante este período. El M16 con ligeras variaciones es el casco que usó el Ejército Alemán hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La revista "Osprey Military", tiene dedicados varios números a esta Guerra, que merece la pena consultar para ampliar datos.
Hay dos películas que reflejan magistralmente el ambiente de aquellos días: "Sin novedad en el frente" (Lewis Milestone, 1930) y "Senderos de Gloria" (Stanley Kubrick, 1957). De la primera hay un "remake" (Delbert Mann, 1979).
Vista de la pieza completa.
Figuras de "Great War Miniatures", 28mm.