Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Habitantes del Dungeon (y de otros sitios) El Troll


- Los Trolls de la Tierra Media -
Los Trolls (1) fueron creados por Morgoth durante la Primera Edad del Sol, como una imitación maligna de los Ents, y con intención de oponerlos a éstos. Formaron parte importante de las tropas del Señor Oscuro en compañía de orcos, balrogs, dragones y otros maléficos seres.  

Ya en el que fue mayor enfrentamiento armado de esta Edad, la Nírnaeth Arnoediad,  (la Batalla de las Lágrimas Innumerables), que terminó con la victoria de los ejércitos del Mal, Gothmog, Señor de los Balrogs, estuvo protegido por una guardia personal compuesta por Trolls.

Eran los Trolls una raza grande (podían alcanzar los tres metros), de gran fortaleza y aspecto monstruoso. Poseían gran arrojo y valor, aunque su peligrosidad era rebajada por su innata estupidez. Tenían una gruesa piel y su sangre era negra.


(1) Ver nota al final de la entrada.


Gustaban de acumular tesoros, disfrutaban matando y solían devorar a sus víctimas, gozando especialmente si se trataba de humanos, elfos o enanos, antes que de lobos, osos o cualquier otro animal.

Su hábitat más común fueron cavernas o bosques oscuros, que sólo abandonaban en la noche, para dedicarse a buscar víctimas para alimentarse. Todas las razas de Trolls (excepto los Olog-hai) se convertían en piedra si se aventuraban a la luz del sol. 



Al parecer, hubo en la Tierra Media cuatro razas de Trolls:

Los Trolls de Piedra. Vivían en el Bosque de los Trolls y otras zonas de Eriador. Hablaban un dialecto degenerado del Oestron y posiblemente fueran los más humanizados. Los tres Trolls que encontraron Bilbo, Thorin y compañía en "El Hobbit" (Berto, Tom y Guille Estrujónez), pertenecían a esta sub-especie. 

Los Trolls de las Cavernas. El grupo más conocido habitó en Moria después de que el Balrog expulsara del lugar a los enanos. Su escaso idioma era una variación de la lengua orca, tenían escamas sobre una piel verdosa y carecían de dedos en los pies.

Los Trolls de las Colinas. Habitaron la gran meseta desolada al noroeste de Mordor, donde ocuparon grutas y fractuosidades del terreno para ocultarse del Sol. Al igual que sus parientes de las cavernas, hablaban la lengua de los orcos y tenían escamas. Poco más se sabe de ellos.
  

Los Olog-Hai. Fueron una variación creada por Sauron a finales de la Tercera Edad. Vivían al sur del Bosque Negro y al Norte de Mordor, siendo mucho más inteligentes (o por lo menos menos estúpidos) que sus congéneres de otras familias. Hablaban la Lengua Negra. Los Olog-Hai podían sobrevivir bajo la luz del Sol cuando marchaban controlados por Sauron. Fueron parte importante del ejército del Mal en la batalla de Morannon (la Puerta Negra), donde se supone que tras la llegada de las Águilas, perecieron todos.

Los elfos sindarin utilizaron la palabra "Torog", para referirse a los trolls. En la lengua negra, se usaba "Olog". Es posible que ambos términos estuviesen relacionados de alguna manera.

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Los datos anteriores están basados en la "Guía Completa de la Tierra Media" (Robert Foster, 1978), texto que recomiendo habitualmente para solventar dudas, cuando se trata de ambientes o personajes "tolkienianos". 


- Al margen de la Tierra Media -
Los Trolls, al igual que Elfos, Enanos y otras razas, fueron tomados por Tolkien de la Mitología Escandinava; especialmente de las Eddas Mayor y Menor. En estos textos no están claras las diferencias entre gigantes y trolls, y aún en determinados pasajes se confunde a ambos con enanos y gnomos. Posiblemente porque algunos de estos seres podían cambiar de tamaño a voluntad e incluso de aspecto.

Amplifican la confusión algunas traducciones al español de las Eddas, donde a veces, hemos visto la traducción de "troll" por "ogro", cuando en puridad, el ogro nace en las leyendas medievales francesas ("ogre"), desarrollándose en los cuentos de hadas de los siglos XVIII y XIX, y poco tiene que ver (en principio, porque conexiones siempre pueden encontrarse) con las tradiciones suecas, danesas y noruegas, entre las que por cierto, también existen diferencias en la percepción de estos seres.

Intentemos resumir: Parece que en las Eddas, "gigante" (aunque pueda aparecer como "troll") se emplea preferentemente en un sentido "cosmogónico"; es decir, para dar explicación a determinados fenómenos naturales o detallar la creación del mundo. Por ejemplo, se dice en La Voluspa (originalmente "Völuspá"), que: "El mundo fue creado a partir del cadáver del gigante Ymir, asesinado por Odín en el principio de los tiempos: de sus huesos se hicieron rocas y montañas; de su carne, colinas y llanuras; de su cabellera, los bosques; de su sangre, los mares y los ríos". Cosmogonía pura.


Y también son propiamente "gigantes" (indistintamente de que en algunos textos se les denomine "trolls"; insisto en el detalle), los enemigos tradicionales del dios Thor, que vivían en Jötunheim (Tierra de los Gigantes). Es al margen de las Eddas, en las leyendas escandinavas posteriores (especialmente en las noruegas) donde el Troll aparece ya claramente como un ser maligno, habitante de cuevas y bosques, devorador de seres humanos y raptor de doncellas. En cualquier caso, no está clara la distinción y posiblemente nunca lo esté. Para complicar más el tema, también aparecen en las narraciones escandinavas otros "trolls" de tamaño mucho menor, que se pueden confundir con enanos o gnomos... si es que no se trata de los mismos seres con diferentes nombres.

Generalmente, cuando se trata de trolls "pequeños", su maldad es escasa y suelen asociarse al mundo de la Magia, cosa que no ocurre con los ejemplares "grandes", que sólo remiten a la fuerza bruta o a la amenaza de los elementos de la naturaleza.   En Noruega, existen grandes formaciones rocosas que en su nombre llevan la partícula "troll", lo que sugiere que existió la creencia de que en principio fueron trolls que se convirtieron en piedra; idea que ha pasado a cuentos y leyendas (y a Tolkien). 

El "viejo truco" de entretener a un troll (o a un enano, o a un gnomo, según los textos) hasta la salida del Sol para que se convierta en piedra y deje de molestar, ya aparece en las Eddas. En una narración vemos al dios Thor, retener durante una noche a un enano en una gran sala, a base de hacerle preguntas y esperar sus respuestas, hasta que la luz del Sol entra por la ventana y petrifica al enano. Y sí, aquí era un enano. 

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- Sobre la figura -
Se trata de un "Troll de Hielo". Es ésta una raza de Troll que no procede de Tolkien ni de las Eddas (aunque en éstas sí encontramos "Gigantes de hielo"). La primera vez que apareció el "Ice Troll", fue en un "Manual de Monstruos" diseñado para el conocido juego de rol "Dungeon and Dragons". Estas nuevas creaciones de seres fantásticos que se van añadiendo a los "bestiarios" clásicos, les vienen muy bien a los fabricantes de miniaturas, que así, pueden seguir vendiéndonos bichos nuevos indefinidamente.  ;)

Hubiese preferido un troll más "clásico" para unirlo a mis monstruos "dungeonianos", pero la fuerza de esta miniatura me atrajo en cuanto la vi en catálogo. Aparte la cornamenta que le han "colocado" (que no me convence), tiene una pose sugerente y un buen modelado. La figura es de plástico... y "yo plástico no pinto"... pero voy a tener que cambiar esa expresión por "yo plástico no pintaba". Porque cada vez con más frecuencia, se comercializan miniaturas magníficas (como ésta), que curiosamente no aparecen en metal (o yo no las encuentro). 

En cuanto a su pintura, generalmente suelen pintarse los "Trolls de hielo" a base de variaciones de azul; yo he preferido emparentarle con los "Trolls de las Cavernas", aplicándole un gris verdoso. Por cierto, el escultor también debió ver cierto parentesco entre ellos, al modelarle con escamas en la espalda. En cualquier caso, el resultado me deja bastante satisfecho.

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(1) Nota citada.-
Estoy de acuerdo con el DRAE en sustituir la palabra "troll" por la de "Trol". Castellanizar vocablos de procedencia anglosajona siempre nos facilitará la cuestión  a la hora de hablar (como por ejemplo, poder decir tranquilamente "cúter" en lugar de intentar pronunciar "cutter") y sobre todo, a la hora de escribir: ¿quién se ve escribiendo "football", pudiendo escribir "fútbol"?

En lo que difiero absolutamente, es en el plural que la mentada institución recomienda para Trol: "Troles". Con todos los respetos: no pienso utilizar ese término en jamás de los jamases. Y no pienso hacerlo, porque suena mal (a mis oídos, al menos), y porque evoca (o duplica) claramente el plural de "trole". Y un trole es, según el propio DRAE:

Trole: "Conjunto de pértigas que sirven para transmitir a los vehículos de tracción eléctrica la corriente de los cables conductores aéreos".

Y también el propio DRAE, menciona el trole, cuando describe un "trolebús":

Trolebús: "Autobús de tracción eléctrica que toma la corriente de cables aéreos por medio de un trole".

Bonito enfrentamiento entre un Troll y unos cuantos enanos con exceso de testosterona.

Y aunque actualmente, el "trolebús" no tiene el uso masivo que tuvo en otros tiempos (lo que hace que, desconociendo qué cosa es un "trole", no sorprenda a las nuevas generaciones ver la palabra "troles" como plural de "trol"), cualquiera que recuerde este medio de transporte transitando por ciudades españolas, evocará un trole y no un trol, cuando lea o escuche tal expresión. Es mi caso. 

Por tanto, no siendo válido el plural "trols" (que debería serlo, posiblemente), y por otra parte, siendo absurdo utilizar el singular castellanizado "Trol" y el plural anglosajón "Trolls", he optado en esta ocasión por mantener los originales tanto en una forma como en otra. Siendo yo en principio, partidario de utilizar siempre que sea posible, palabras foráneas castellanizadas, me ha costado llegar a esta decisión. Pero cualquier cosa menos escribir "troles".  ;)

Otra solución sería entender "Trol" (castellanizado, sí) como nombre de familia y no aplicar plural alguno. De la misma manera que decimos "este fue un palacio de los Borgia" y no "de los Borgias", o "van a venir los Pérez", y no "los Pérezes", podríamos aplicar "allí vivía un grupo de Trol"... Y mira, me viene ahora a la mente otro caso semejante: Sioux; tanto si nos referimos a "un sioux" (singular), como a la "tribu de los sioux" (plural o supuesto plural), lo escribimos igual ¿no es cierto? Pues lo mismo.  

Ahí queda la idea; mientras prospera o no (o se admita el "trols"), y en lo que a mí respecta, seguiré empleando "Troll" y "Trolls". Manías, posiblemente. :)



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La figura es de "Reaper Miniatures", 28mm; plástico.
Ref. 77344, "Ice Troll"



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