Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Escenografía con figuras - Varios ambientes

Afortunadamente, los astros se han alineado favorablemente para mis intereses, adoptando una posición que me va a permitir publicar dos entradas antes de que acabe este fatídico 2021. Así pues, aquí va la primera, dedicada a escenografía variada, y en breve, irá la segunda, de tema histórico.

Como siempre que acometo la realización de "escenografía", se trata de piezas para utilizarlas como fondos para fotografiar figuras, no para jugar. Todos los elementos están dimensionados de acuerdo a la escala de 28mm.


Comenzaremos por un tema escenográfico que nunca antes había desarrollado: una estructura arquitectónica dotada de escaleras. Lo problemático del asunto era "cómo" realizar los escalones... no me veía tallando bloques de poliestireno ni modelando en Pasta Das unos elementos que deberían ofrecer una apariencia rectilínea. Eran sistemas demasiado trabajosos y con pocas garantías de que el resultado fuese "limpio".

Entonces se me ocurrió hacer pruebas con ese material que tantas alegrías me ha dado en anteriores proyectos escenográfícos: el selitron. Y... ¡bingo! Siempre y cuando se trate de obtener ambientes artificiales (es decir, elementos arquitéctonicos, urbanos o rectilíneos), este material, que se corta con facilidad (aunque sea difícil de texturizar), puede solucionarnos la cuestión.


Y aquí vemos gráficamente, detalle de cómo están confeccionados los diferentes tramos de escalones. Se trata de cortar rectángulos de selitron con una dimensión constante y otra variable. La variable aumenta medio centímetro en cada nueva pieza; al montarlas una sobre otra (arriba, derecha), ellas solitas adoptan (necesariamente) una estructura "escaleriforme". Para dotar de la altura necesaria al segundo tramo de escalones, colocamos bajo él una base formada por cuatro rectángulos "de los grandes" (abajo, derecha). Y ya está. Hay otros sistemas para "hacer escaleras", ciertamente, pero éste es rápido; y además, "bueno, bonito y barato".  :)

Solo queda pegar bien todas las piezas con cianocrilato y acoplar la estructura al muro. 

El muro (al César lo que es del César) es de "modelismo ferroviario"; y se vende con la textura ya hecha. Lo que sí hay que "currarse" es recortar la pieza, dar forma a la puerta y pintar toda la estructura, ya que el muro original viene con una tonalidad demasiado clara (para mi gusto). Estos "muros ferroviarios" (que se venden con diversas texturas) son bastante caros, pero también ahorran mucho trabajo. Y como la pieza se comercializa en tramos de unos 50 centímetros, podemos tener material para varios proyectos. A la larga no es tan caro...

La pintura la solucioné con una imprimación en gris oscuro (todos los colores, de Vallejo), y después directamente un pincel seco de gris pálido, aguada en verde y nuevo pincel seco. Con unos toques de verde oliva para figurar el verdín de la piedra, la pieza queda terminada.


Otra pieza hecha sobre un "muro de modelismo ferroviario". Aquí para variar, dejé el color original del muro, limitándome a dar ocasionales tonos verdosos por la estructura. El "adarve", los contrafuertes y la base, hechos en selitron.


Una estructura de un tipo que ya he realizado anteriormente, pero en este caso variando la coloración; siempre es positivo tener "fondos" en diferentes tonalidades, porque según el color dominante de la figura que queramos fotografiar, puede quedar mejor un tono marronáceo que otro verdoso o rojizo, por ejemplo.

La pintura: sobre una imprimación en negro, base de gris oscuro y pincel seco de gris pálido. Aguada verde sobre el suelo y los contrafuertes; terminamos con tenues y puntuales aguadas de marrón rojo para simular óxidos y otras de verde oliva para imitar verdines o superficies mohosas. Quería que el color predominante de la pieza fuese verdoso... sin ser verde; y creo que queda conseguido.

Toda la pieza hecha en selitron. Y aunque he dicho antes que este material es difícil de texturizar en detalle, también es verdad que es muy fácil marcarlo. De manera que con una regla y un tiralíneas (o un bolígrafo sin tinta) podemos marcar con poco esfuerzo ladrillos y baldosas. 


Con la conjunción de las tres piezas que hemos visto, podemos montar escenarios laberínticos y dungeonianos, que nos permiten fotografiar figuras tétricas con fondos tétricos. Ya hemos visto en la foto de presentación de la entrada, un ángulo del escenario; vemos ahora el otro. 


Este es el mismo "muro de modelismo ferroviario" que hemos visto anteriormente, pero ahora trabajado por la cara opuesta, que originalmente no lleva textura. Y mientras antes se trataba de un ambiente "interior", propio de un dungeon, ahora he tratado de lograr un aspecto de "exterior", a modo de muralla; de ahí el terreno solucionado con arena de modelismo y salpicado de vegetación. El dintel y las jambas de la puerta, así como la base, selitron.


Añadiendo musgo sintético sobre el dintel y sus laterales, añadimos realismo a la escena. Y el hombre lagarto que posa amablemente para la fotografía, nos permite dimensionar la pieza, pieza que también puede servir como fondo para figuras históricas; de hecho, la confección del muro sigue una inspiración micénica... aunque ahora que lo veo en foto, pienso que debería haberle hecho más "desconchones"; se ve poco perjudicado por los siglos, y más que micénico parece futurista... bueno, pues también. ;) Pasemos a otro ambiente. 


Aquí tenemos un tema cuya realización rondaba por mi cabeza desde hace tiempo: una pared cavernaria. Después de estudiar numerosas fotografías de cuevas, cavernas y grutas, así como de estalagtitas, coladas, masas magmáticas y otros espeleotemas (= formaciones de las cavidades), me inspiré lo suficiente como para realizar esta pieza, que no digo yo que sea una maravilla, pero seguro que es única.  ;) 


Detalle de la pared. Está modelada en Pasta Das sobre un rectángulo de selitron. Representa en un primer plano, una estructura central a modo de lava solidificada, emergiendo entre dos columnas basálticas. Más atrás, en lo que sugiere un "segundo plano", vemos la pared del fondo de la sala.

Las extrañas y delgadas formas que surgen por la izquierda, son (o pretenden ser) raíces de árboles. La primera vez que entré en una cueva (una cueva de esas en las que tienes que entrar arrastrándote, no de las que se anuncian en las revistas de viajes), me llamó poderosamente la atención ver las raíces de los árboles que crecían sobre la colina donde se encontraba la caverna, apareciendo desde el techo, extendiéndose como garras fantasmales que... bueno, no nos enrollemos. 


Constatamos el efecto cavernario de la pieza con una figura apropiada. El terreno (en origen, también selitron), al igual que las excreciones calcáreas de la columna de la derecha, solucionados con Aguaplast Fibra. Las raíces son pequeñas ramas naturales pegadas sobre la pared con cianocrilato.

La pintura de la pared fue algo demencial... sí, porque después de consultar montones de fotos sobre el tema, llegué a la conclusión de que las paredes cavernarias abarcan una variación cromática prácticamente inagotable. Así que al final, opté por variaciones de grises marronáceos para la parte central; y para el fondo y laterales, una base de diferentes ocres salpicados de tonos verdosos y rojizos. Para el terreno, utilicé la socorrida fórmula de una base marrón chocolate más un pincel seco de amarillo caqui.

La verdad es que al final, posiblemente la pieza se asemeje más a una pintura de Tapies que a la pared de una caverna... XD ...pero como fondo escenográfico para figuras de ambiente "cavernario", vale.


Abandonemos ambientes dungeonianos y espeleológicos, y pasemos a un ámbito urbano. Urbano, pero bastante deteriorado, como vemos. Se trataba de lograr el aspecto de una ciudad destruída por los horrores bélicos. No diré qué ciudad, porque sería "spoiler", ya que ése será el tema de la siguiente entrada, que estoy ultimando.

En cualquier caso, he procurado plasmar un ambiente urbano tras bombardeos, incendios y ametrallamientos varios; fachadas de edificios "torturados", que sirviesen de fondo para los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Aunque tristemente, este tipo de escenas continúen siendo habituales en la actualidad, en según qué territorios...


Tanto las fachadas principales como el terreno, hechos en selitron. Los dinteles de puertas y ventanas, así como los embellecedores de la parte baja, son de cartulina gruesa. Las ventanas llevan una cartulina fina negra pegada por la parte trasera superior, de manera que puedan levantarse y permitir que de pronto aparezca un buen hombre pegando tiros como loco... como veremos próximamente.  ;)

En la segunda pieza, el revestimiento a medio caer que deja ver el "ladrillo visto", está hecho con arena de modelismo, igual que el recubrimiento del terreno. Ambos elementos varían únicamente en su pintura.


Pero quedaba pendiente añadir algo que no podía faltar en una ciudad que hubiese sufrido las destrucciones que hemos comentado: unos buenos montones de escombros, por supuesto...  ;)

Estas piezas están confeccionadas sobre recortes de cartulina gruesa, encima de los cuales he pegado (tras cubrirlos con arena) cascotes de Pasta Das, ladrillos de selitron y palos de polos de los chinos debidamente recortados.


Con la adición de los escombros, la imagen de destrucción queda más patente, como vemos. Y no, aquí no voy a incluir figuras, porque como dije antes sería spoiler... ya que estas últimas piezas "urbanas" me van a servir de fondo para las minis que protagonizarán la siguiente entrada, que espero publicar en breve.

¡Hasta entonces...!  :)

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Todas las piezas de esta entrada son de fabricación propia.
Excepción: los muros ferroviarios,
comprados en Bazar Matey.

De las figuras que nos han servido para dimensionar las 
diferentes piezas, no diré nada ahora. Todas
aparecen en entradas anteriores.

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