Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Dos de Mayo de 1808 - Parque de Monteleón - 1/2


Por fin he tenido ocasión de empezar con las figuras de soldados españoles de los tiempos napoleónicos comercializadas por Baraka Miniaturas; aunque sólo he terminado las que pueden verse en esta entrada, que me van a permitir ilustrar unas primeras líneas sobre el "Dos de Mayo de 1808", tema siempre interesante. Y digo "primeras líneas", porque divido la entrada en dos partes, aquí va la primera y no tardando mucho, publicaré la segunda con el resto de figuras. 

He pintado los uniformes con los colores correspondientes al Regimiento de Voluntarios del Estado vigentes el dos de mayo; posteriormente, el cuerpo se convirtió en "Voluntarios de Madrid" y la casaca pasó a ser blanca, entre otros cambios.

Y dicho todo esto, comencemos: 


Introducción
Muchos fueron los héroes y heroínas que el dos de mayo de 1808, se enfrentaron a las tropas invasoras francesas; entre las segundas destacaron Manuela Malasaña y Clara del Rey, de las que hablaremos en otro momento. Entre los primeros, posiblemente sean las figuras más recordadas, el teniente de Infantería Jacinto Ruiz y Mendoza, y los capitanes de Artillería Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde y Santillán.

Los tres tuvieron un papel heroico e inolvidable en los hechos ocurridos en el Parque de Artillería de Monteleón, en la fatídica fecha del dos de mayo de 1808, cuando al frente de un puñado de soldados y de un centenar de madrileños anónimos, intentaron repeler las acometidas de los franceses. Recordemos brevemente los sucesos previos.


Precedentes
En 1807 se había firmado entre Francia y España el Tratado de Fontainebleau, por el que se permitía a tropas francesas atravesar la península para invadir Portugal, aliada de Inglaterra, con la que Francia estaba en guerra. Esto era una clara falacia de Napoleón, que ya tenía planes muy precisos para apoderarse de España.

El ejército francés comenzó a ocupar ciudades españolas ante el malestar creciente del pueblo, que comenzaba a sospechar de las verdaderas intenciones de los gabachos. El rey de España, Carlos IV y su hijo, el que sería más tarde rey con el nombre de Fernando VII, fueron convocados por Napoleón en Bayona, donde serían obligados a abdicar, el primero en el segundo y éste, en José Bonaparte, hermano del corso. 

El Teniente de Infantería Jacinto Ruiz

Pero la gota que colmó el vaso de la paciencia española, llegó el...

Dos de Mayo de 1808
En esta fecha, tropas francesas intentaron llevarse del Palacio de Oriente, al hermano menor de Fernando VII, el infante Francisco de Paula, último representante de la familia real en la corte de Madrid. Ante el hecho, el pueblo se alzó contra los franceses. El Mariscal Murat ordenó disparar contra la multitud y la rebelión se extendió por toda la ciudad. Muchos civiles se dirigieron al Parque de Artillería de Monteleón solicitando se les entregasen armas. Las autoridades militares españolas habían prohibido al ejército oponerse a los franceses y por supuesto, armar al pueblo, pero algunos militares con honor y vergüenza torera, no estaban dispuestos a cumplir tales órdenes.


Al mando de Murat, en Madrid y sus alrededores había acuartelados cerca de 28.000 soldados franceses, distribuidos entre Chamartín, el Cuartel del Conde Duque, Recoletos, Carabanchel, Casa de Campo, Leganés, El Pardo... y otros lugares. Las tropas españolas en la ciudad no llegaban a 4.800. Y en el Parque de Artillería de Monteleón únicamente una veintena de hombres pertenecientes al Real Cuerpo de Artillería defendían el cuartel. 

Volveremos al Parque de Artillería, pero antes veamos un resumen de los historiales de Ruiz, Daoiz y Velarde, hasta el momento de su incorporación al Parque.


Jacinto Ruiz y Mendoza.
Nacido en Ceuta en 1779. Después de sus estudios militares, y alcanzar en 1807 el rango de teniente fue destinado al Regimiento de Infantería "Voluntarios del Estado". El dos de mayo de 1808 se encontraba enfermo en Madrid; al oír los disparos que se estaban produciendo en la ciudad, abandonó el hospital y se encaminó a su cuartel, donde se encontró con Pedro Velarde, que había acudido desde Monteleón (cumpliendo órdenes de Daoiz), en busca de refuerzos. Entre ambos convencieron al coronel al mando, de que las tropas requeridas serían utilizadas para disolver a los madrileños rebeldes. Y con unos cincuenta hombres Ruiz y Velarde se dirigieron al Parque de Artillería.


Luis Daoiz y Torres
Nacido en Sevilla en 1767. Realizó sus estudios militares en el Real Colegio de Artillería de Segovia. Entre 1790 y 1791, al mando de una batería, combatió en Ceuta contra  los marroquíes. Más tarde fue destinado a Orán hasta que esta plaza fue entregada a Argelia. En 1792 era ascendido a teniente de artillería.

Participó en la guerra del Rosellón contra los franceses (1794). Fue hecho prisionero y pasó algún tiempo retenido en Toulouse. Con la paz de Basilea, en 1795 pudo volver a la península. Y en 1796 comenzaba la Guerra Anglo-Española, durante la que los ingleses bombardearon Cádiz (1797). Daoiz fue destinado al navío San Ildefonso, con el que viajó hasta Veracruz para traer a España un cargamento de siete millones de pesos. En 1800 estaba en La Habana con el rango de capitán. Demos un salto hasta 1808: en este momento Daoiz estaba destinado en el Parque de Artillería de Monteleón, como responsable de la Administración.


Pedro Velarde y Santillán
Velarde nació en Muriedas (Cantabria) en 1779. Realizó sus estudios militares, al igual que Daoiz, en el Real Colegio de Artillería de Segovia. Fue ascendido a subteniente en 1799 y en 1801 era destinado al ejército que operaba en Portugal. En 1802 fue teniente y en 1804 se le nombraba capitán. Permaneció unos años como profesor en el mismo Real Colegio de Artillería. En 1806 se le nombró secretario de la Junta Superior Económica del Cuerpo de Artillería, unidad integrada en Estado Mayor, por lo que tuvo que trasladarse a Madrid. El dos de mayo de 1808, Velarde se encontraba en su destino, ubicado en el Parque de Monteleón.

En el Parque de Artillería de Monteleón
Y bien, ya tenemos a nuestros tres héroes en el Parque de Artillería; la única unidad militar en Madrid, por el momento, que había decidido seriamente (capitaneada por Daoiz), oponerse a los franceses. El mando fue otorgado al mismo Daoiz, por ser el oficial más antiguo de los presentes.


Contando con la pequeña fuerza que había llegado a Monteleón comandada por Ruiz,  con algunas decenas de soldados del Real Parque de Artillería, y con grupos de civiles que llegaron al Parque solicitando armas (que se les entregaron), los defensores no llegaban a los dos centenares. Algunos grupos de civiles, tras recibir las armas se diseminaron por Madrid dispuestos a "descabezar gabachos". 

Los españoles hicieron prisionero a un destacamento francés que tenía la misión de ocupar el cuartel y se dispusieron a la defensa. Murat, avisado de la situación en el centro de Madrid, impartió órdenes a todas las unidades a su mando para que convergiesen en el centro. Parte de ellas se dirigió a Monteleón.

 En el Parque, Daoiz se había ocupado de organizar las dotaciones de las tres piezas de artillería existentes; Velarde, de instruir mínimamente a los civiles en el manejo de los mosquetes; y Ruiz, de distribuir estratégicamente a los Voluntarios del Estado. Los primeros enfrentamientos con los franceses se produjeron cuando llegó al Parque una unidad de infantería ligera, seguida de parte del Regimiento de Línea n. 4. En el tiroteo, Ruiz fue herido en un brazo pero continuó combatiendo. Tras sufrir fuego español desde varios puntos, incluidos los balcones de edificios aledaños, los franceses se retiraron.

Estatua a Jacinto Ruiz, sita en la Plaza del Rey de Madrid.
Obra de Mariano Benlliure, erigida en 1891
(Foto de Wikipedia)

 Poco después, se produjo un ataque más nutrido, ahora con el Regimiento de Línea n.74, los Dragones de la Emperatriz y tiradores suizos. El ataque fue neutralizado por los cañones españoles, uno disparando desde la Puerta y otros dos desde el exterior, y los franceses se retiraron nuevamente dejando el terreno cubierto de cadáveres.

Cuando se producía un nuevo avance francés, llegó a la puerta del Parque un capitán español enviado por el alto mando. Los tiros se detuvieron, y el capitán exigió a Daoiz el alto el fuego y la rendición. Daoiz se negó. Algunos oficiales franceses se aproximaron a la Puerta seguidos por varios soldados. Esto fue demasiado para los artilleros españoles que dispararon a quemarropa, ante lo que los franceses redoblaron el ataque.

Ruiz, liderando a los Voluntarios del Estado.

Llegaba después al Parque parte de la División del general Lefranc, con 2.000 hombres y artillería. Los franceses desalojaron de las alturas de los edificios aledaños a los tiradores allí apostados y colocaron los suyos, comenzando a tirotear a los defensores; al mismo tiempo su artillería cañoneaba la Puerta. La situación de los españoles comenzaba a ser desesperada. 

Y hasta aquí hemos llegado... de momento.

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En breve (espero), publicaré la segunda parte de esta historia "verídica e interesante" con la inclusión de Daoiz y Velarde, una nueva formación de infantería del mismo regimiento y una dotación artillera con su correspondiente pieza. 

Sobre los hechos que hemos narrado, existen versiones tan variadas como contradictorias. He elegido en cada momento los detalles que me han parecido más consensuados y emocionantes.

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Gracias a "tioculebras" de "La Armada", por su valiosa información
para ultimar esta entrada.

Las figuras (28mm, metal) y el Arco, son de:
Baraka Miniaturas;
los muros que enmarcan el Arco, creación propia.

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