Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Revolución en Filipinas - Historia - Tropas indígenas


Después de haber dedicado una entrada (aquí) a los soldados españoles que combatieron en el Sitio de Baler, en lo que fue último acto de los sucesos que marcaron el final definitivo del Imperio Español en 1898, era "justo y necesario" que pintase un grupo de revolucionarios insurgentes y soldados filipinos. Ahora podré preparar bonitas escaramuzas.  ;)

En realidad, los terminé de pintar hace seis meses, pero por circunstancias, he ido dando prioridad a la publicación de otros temas, y no ha sido hasta ahora (mayo 2021) que me he animado a repasar libros de Historia y páginas de la Red para trazar aquí un resumen de lo que fue la Revolución Filipina, con sus antecedentes y consecuencias. En fin, parafraseando el viejo refrán: "Nunca es tarde si la entrada es buena". Procuremos que lo sea. 


Breve Historia de las Islas Filipinas
Primeros tiempos
Aunque hay restos de homínidos en las islas acreditados en 700.000 años de antigüedad , se cree que el primer pueblo plenamente "humano" establecido en Filipinas fueron los Ifugao, procedentes del continente asiático, que llegaron hace unos 15.000 años, posteriormente en sucesivas oleadas llegarían Malayos, Indios, Chinos, Árabes, Polinesios, japoneses... Filipinas constituye hoy y desde hace tiempo, el país del mundo con más variaciones étnicas, existiendo más de 170 idiomas o dialectos hablados. Un cacao. :)


Poco antes de la llegada de los españoles, las islas constituían un conglomerado de pequeños estados autónomos formados por tribus de diversas etnias (entre ellas: tagalos, moros, visayos, ilocanos, ilongos...) y con religiones muy dispares: budistas, hinduistas, islamistas, animistas...


Colonización española
Así las cosas, la primera expedición española a las islas llegaba en marzo de 1521, a las órdenes de  Fernando de Magallanes, explorador portugués al servicio de Carlos I de España (y V de Alemania, recordemos). Magallanes entró en relaciones con algunos líderes locales, apoyándoles militarmente contra otros líderes vecinos. En el curso de uno de esos enfrentamientos armados, murió el portugués, siendo sustituido en el mando por el vasco Juan Sebastián Elcano, Posteriormente, la expedición española continuaría su periplo, en la que terminó siendo la Primera Vuelta al Mundo de la Historia (1522).

Insurgentes del Katipunan. En su mayoría, tagalos.

En años siguientes, se sucederían otras expediciones españolas, y concretamente en 1543 las islas eran bautizadas como "Las Filipinas" en honor al entonces heredero de la corona de España, Felipe (que reinaría con el nombre de Felipe II entre 1556 y 1598). En 1565 se produce la llegada de Miguel López de Legazpi, con quien empieza la verdadera hispanización del territorio.

Legazpi acometería la titánica (y prácticamente imposible) labor de (intentar) unificar el mosaico cultural y religioso de Filipinas en una sola religión y un mismo idioma: el Catolicismo y el Castellano. En 1571 era fundada la ciudad de Manila.


Filipinas formó parte del Virreinato de Nueva España, que se regentó desde Ciudad de México hasta que en 1821, éste país (como otros de la América Hispana a principios del XIX), aprovechando el debilitamiento de España tras la invasión francesa y el posterior desorden peninsular, obtuvo la independencia. Pero no nos adelantemos...

Durante el siglo XVII, continuaron llegando españoles: militares, civiles y religiosos. Se fundaron colegios, universidades, iglesias y hospitales. Del mestizaje que se produjo, surgió (por si había pocos) un nuevo idioma: el "chabacano" (hay otras grafías): una mezcla de dialectos indígenas (principalmente el tagalo) con el castellano.


Fueron los tiempos dorados del denominado "Galeón de Manila", que transportaba productos asiáticos hasta la Nueva España (generalmente hasta el puerto de Acapulco), y al mismo tiempo introducía en Filipinas productos americanos, como maíz, chocolate, tomates, patatas... una actividad comercial tan enriquecedora para el archipiélago como para la metrópoli y sus posesiones americanas. Y una actividad que no dejaba de atraer a la piratería internacional, que era apoyada en algún caso por naciones europeas. Eran los tiempos del "Todos contra Nos, Nos contra Todos", que proclamó el Conde Duque de Olivares.


Con el siglo XVIII, se producirían en Filipinas reveses de todo tipo para España: rebeliones de los musulmanes en las islas del sur, ataques holandeses desde el oeste y de piratas japoneses desde el norte... La cuestión llegó a su punto culminante en 1762 con la invasión británica y la toma de Manila. Esto se producía en el transcurso de la Guerra de los Siete Años (1756-1763) que había situado a España junto a Francia (por el llamado "Tercer Pacto de Familia") y consecuentemente, frente al Imperio Británico. Durante la ocupación británica de Manila se produjeron, alentados por los ingleses,  conatos de rebelión indígena contra España.

Más katipuneros. "Katipunan" en tagalo significa: "Suprema y Venerable Asociación de los Hijos del Pueblo".

Violaciones, abusos contra la población civil, robos y destrucción de todo tipo fue el balance de la ocupación británica en Manila. De modo que se formó una reacción conjunta indígena-española, que si bien no consiguió expulsar a los británicos de la capital, si impidió que ampliasen su zona de poder. Esta convulsa situación se mantuvo hasta 1763, cuando con la firma del Tratado de París, se puso fin a la Guerra de los Siete Años.


En 1821, después de la independencia de México, que citábamos antes, y la desaparición del Virreinato de Nueva España, Filipinas pasó a depender directamente del Reino de España. En la nueva organización de lo que quedaba del Imperio, Filipinas no se consideró "colonia", sino "provincia". Se entendía que tan español era un habitante de Filipinas como otro de Andalucía (por ejemplo). Y los comercios que vendían en la metrópoli productos procedentes de aquellas tierras no se denominarían "coloniales" (como en otros países con posesiones allende los mares), sino "ultramarinos": productos de ultramar, no "de las colonias". Durante este tiempo, España promovió en Filipinas un sistema de Educación General gratuita.


Precedentes de la Revolución filipina
La independencia de otros territorios en la América Hispana, llevó al gobierno español a desconfiar de mestizos y criollos, que fueron postergados en el ejército de Filipinas, mientras se concedían los principales mandos militares a profesionales procedentes de la propia España (a los que se denominó "peninsulares").

Y fue entre militares criollos y mestizos, donde comenzaron a gestarse rebeliones y descontentos. En 1872 se producía el Motín de Cavite, motín que fue sofocado, siendo ejecutados 41 de sus principales cabecillas. Aumentó entonces entre el pueblo llano el resentimiento contra la metrópoli española.


José Rizal fundaba en 1892 la Liga Filipina, una organización político-cultural que pretendía obtener para las islas una mayor libertad, sin llegar a pretender ni exigir la independencia. Pero las cosas se complicaron y el mismo año, Rizal era detenido y deportado a Dapitan, en Mindanao, al norte de las islas.

Poco después de la detención de Rizal, Andrés Bonifacio, que nunca había creído en las alocuciones pacíficas de Rizal, fundó el Katipunan (o KKK), organización secreta que propugnaba la rebelión armada como medio para obtener la total independencia de España.


Revolución filipina (1896-1898)  
No fue hasta 1896 que el Katipunan comenzó seriamente su actividad bélica, dando inicio a lo que fue la verdadera Revolución Filipina. Numerosas acciones guerrilleras atacaron los destacamentos españoles. La reacción española fue dura. Y un error de las autoridades fue condenar a muerte a José Rizal, haciéndole "responsable" de los excesos del Katipunan, cuando no tuvo nunca ninguna relación directa con esta organización.

Parte de los katipuneros fundaron una república independiente en la isla de Luzón, y construyeron un fuerte para defender su capital, Caracong (o Kakarong). El 1 de enero de 1897, el ejército español asaltaba la fortaleza obteniendo una contundente victoria. Pero la revolución seguía su curso...

Uniformes del primer (intento de) ejército regular filipino, durante los tiempos de la insurrección
 contra España. La figura del medio es un sargento; los galones que le acreditan como tal
pueden apreciarse en una foto anterior. 

Andrés Bonifacio, fundador del Katipunan y hasta entonces lider de la revolución, se enemistó en 1897 con la facción al  mando de  Emilio Aguinaldo, que aspiraba al mando supremo de la lucha independentista, y que habiendo ingresado en el KKK como teniente, había ascendido a general. Cuando una votación revolucionaria eligió a Aguinaldo como presidente del naciente gobierno filipino, Bonifacio se opuso violentamente al hecho. Fue detenido y posteriormente fusilado por orden de Aguinaldo. ¡Toma revolución, Bonifacio...!  ;)

Un soldado que no lo tiene muy claro... a juzgar por su pose.

En diciembre de 1897, tras una temporada de combates con resultados no demasiado satisfactorios para ninguna de las partes, se firmó un acuerdo entre España y el Katipunan. Se hacía la paz y Aguinaldo y otros dirigentes aceptaban exiliarse a Hong Kong a cambio de la entrega de 400.000 pesos. Una vez en Hong Kong, Aguinaldo empleó esa cantidad en comprar armas y municiones.

Guerra Hispano-estadounidense (1898)
Y llegamos a 1898; el 15 de febrero, el acorazado estadounidense "Maine" saltaba por los aires en La Habana (Cuba). El gobierno de los Estados Unidos acusaba del atentado a España y el 25 de abril le declaraba la guerra. El hecho de que la explosión del Maine tuviese un origen interno (como se ha demostrado en repetidas ocasiones), no puso freno a la ambición americana, que tenía ahora el "casus belli" apropiado para apoderarse de lo que quedaba del imperio español (Filipinas, Cuba, Guam y Puerto Rico). Comenzaba la Guerra Hispano-estadounidense, o Hispanoamericana.


Hacía poco más de un siglo, España había apoyado política, económica y militarmente a la independencia americana frente al Imperio Británico; y como reconoció el mismo George Washington: sin la ayuda española, la independencia de los Estados Unidos no hubiese sido posible (al menos en aquel momento). Esta realidad histórica fue interesadamente olvidada por las ansias de expansión americanas: el poderío español estaba en pleno declive y había que aprovechar la ocasión...

Y como hemos comentado en otro sitio, los Estados Unidos, siempre han sido "enemigos de cualquier colonialismo... que no sea el suyo propio". Por lo que "en defensa del pueblo filipino", el 1 de mayo, en la batalla naval de Cavite (Bahía de Manila), la escuadra estadounidense derrotaba totalmente a la española y tropas americanas comenzaban a ocupar militarmente las islas. Poco después, el 3 de julio, al otro lado del mundo, en Santiago de Cuba, otra armada española era igualmente derrotada por la norteamericana. Cuba quedaba bajo "protectorado" americano. Para el 12 de agosto de 1898, menos de cuatro meses después de su inicio, la Guerra Hispanoamericana había terminado.


Sí, la guerra había terminado. Pero los militares españoles destacados en Baler, desconocían el hecho y defendieron gloriosamente su puesto hasta el 2 de junio de 1899, como hemos detallado en otro sitio.

Poco antes de la debacle española, el 19 de mayo de 1898, Aguinaldo regresaba del exilio y declaraba la República Filipina. El 10 de diciembre de 1898 por el Tratado de París (no confundir con el anterior), España vendía Filipinas, Guam y Puerto rico a Estados Unidos por 20 millones de dólares. En Filipinas "se había puesto el Sol".

Guerra Filipino-estadounidense (1899-1902)
Pero la lucha filipina por la independencia no había terminado. El presidente estadounidense del momento (William McKinley) declaró que "los filipinos no estaban preparados para autogobernarse" (mira tú, lo que son las cosas... sería de chiste si no fuese tan triste). Consecuentemente, McKinley, no solo no retiró sus tropas del archipiélago, sino que las incrementó.


 Aguinaldo no tardó en percatarse de las intenciones americanas y declaró la guerra a los Estados Unidos a principios de 1899. Si ya contra España, la fuerza filipina había sido poco eficaz, contra los Estados Unidos era absolutamente inútil: David contra Goliath, pero con un resultado muy diferente al bíblico. En unos meses de guerra habían muerto más de 20.000 soldados filipinos; y al final de la guerra, Filipinas había sufrido entre militares y civiles, más de un millón de muertos. Esto se conoció como "el genocidio filipino".


La forma de llevar la guerra por parte de los Estados Unidos fue absolutamente brutal, con empleo de la tortura, quema de aldeas, destrucción de edificios oficiales e iglesias, asesinatos en masa... Ejemplo máximo de esto último, el caso de la ciudad de Balangiga; resumiendo el asunto: en septiembre de 1901, en las inmediaciones de tal ciudad, la insurgencia filipina acabó (a machetazos) con un pequeño destacamento americano; en represalia, un general cuyo nombre es preferible olvidar, ordenó el fusilamiento de todos los varones de la aldea. Eso sí: sólo había que matar a los mayores de diez años; "bondadoso" que era el hombre... Y la guerra seguía.   

De izquierda a derecha: sargento, coronel y corneta pertenecientes al (breve) ejército regular 
filipino, durante la guerra con los estadounidenses.

Aguinaldo fue hecho prisionero por los americanos en marzo de 1901 y la República Filipina se iba al garete. La guerra continuaría hasta el 4 de julio de 1902, cuando la garra estadounidense se cerró firmemente en torno a Filipinas. Los americanos se dedicaron con denuedo a borrar del archipiélago toda traza de hispanidad, empezando por el idioma y la religión, y continuando con la estructura social de tipo hispano que se había forjado a lo largo de trescientos años.


Y Filipinas, que había sido "provincia" con España, volvió a ser "colonia" con Estados Unidos. Las islas formarían parte del mapa estadounidense durante mucho tiempo. No sería hasta 1946, cuando los americanos, tras la Segunda Guerra Mundial y después de expulsar de las islas a los japoneses (a los que Aguinaldo había apoyado, aunque esto está en discusión), "concedieron" la independencia a Filipinas.


En una entrevista celebrada en 1958, un Aguinaldo de 89 años confesaba estar "parcialmente arrepentido" de haberse rebelado contra España. A buenas horas... Y cuando en 1998, los filipinos celebraron el primer centenario de su independencia de España, más de uno (filipino, español o estadounidense) se preguntó: ¿Cuál independencia? ¿No sería más "auténtico" (y más sincero) celebrar el centenario de la independencia en 2046?  En fin...

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Una nota sobre los "uniformes" filipinos
En los primeros tiempos de la revuelta del Katipunan, no existía uniformidad de ningún tipo. Los insurgentes vestían ropas civiles, entre cuyos colores parece que primaba el rojo. Pronto se unieron a los katipuneros, indígenas desertores del ejército español llevando su uniforme de "rayadillo". Y una incipiente fabricación local de uniformes, optó por el color blanco. Los tres tipos de vestimenta pudieron verse durante los tiempos de la insurrección contra España, entre 1896 y 1898.

Posteriormente, con la marcha de los españoles, los filipinos tuvieron acceso a  almacenes donde se proveyeron abundantemente de uniformes de rayadillo; de manera que durante la guerra filipino-estadounidense (1899-1902), la mayoría de soldados filipinos usaron tal distintivo.

Soldados regulares; en los últimos tiempos de la República Filipina como entidad independiente.

En cuanto a armamento, al principio fue común que los insurgentes tagalos no tuviesen más armas que lanzas, bolos (=machetes), arcos y flechas. A medida que fueron obteniendo victorias fueron consiguiendo fusiles y pistolas. El ejército americano les proveyó más tarde del fusil Remington, y posteriormente, adoptaron el Máuser de los españoles. Ninguna de esas armas sería efectiva contra las ametralladoras Gatling americanas.


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Las figuras son de: "1898 Miniatures"
28mm, en metal.

(En la página de 1898 podréis consultar muchos más detalles sobre uniformes y armamento, 
tanto filipinos como españoles, un estudio sobre los distintivos de los mandos, y una muy buena guía
de pintura).


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