Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Guerra Franco-India (1754-1763) Iroqueses y hurones


Tercera y última entrada dedicada a la Guerra Franco-India. Después de haber dedicado las dos anteriores a Británicos y Franceses, quedaba pendiente hablar de un tipo de combatiente que militó en ambos bandos: los pueblos nativos de lo que en la época se denominaba el "Noroeste" de América del Norte; región también conocida como de "Los Grandes Lagos". 

Está claro a fecha de hoy, que el territorio del que hablamos (ver mapa abajo), está situado al Noreste, no al Noroeste del subcontinente, pero en el siglo XVIII, para los habitantes de las "Trece Colonias" (1) que fueron quienes dieron nombre a la zona, se trataba del Noroeste, y con este nombre ha pasado a la Historia cuando se habla de sucesos acaecidos antes de la totalidad de la conquista anglosajona del territorio. También es común encontrar referencias actuales a esta región como "Viejo Noroeste".

(1) Las "Trece Colonias" fueron posesiones británicas que darían lugar posteriormente a la creación de los Estados Unidos, tras su Guerra de Independencia (1775-1783) y la derrota de Inglaterra frente a sus colonos... apoyados militar y económicamente por Francia y España, podríamos añadir. Las "Trece Colonias" estaban situadas en la costa Atlántica del subcontinente, y se extendían desde la zona al norte de Nueva York hasta el inicio de La Florida. Pero no nos desviemos...

Mapa de América del Norte con las fronteras actuales. El rectángulo rojo enmarca el "Viejo
Noroeste", o "Región de los Grandes Lagos"; más abajo, mapa-detalle de la zona.

Hablábamos de los "pueblos nativos" involucrados en la Guerra Franco-India, y aunque fueron muchas las tribus implicadas en el conflicto, dos de ellas se destacaron principalmente: iroqueses y hurones; los primeros del lado británico y los segundos, del francés. Y como la Guerra Franco-India ha quedado suficientemente comentada de principio a fin en las dos entradas anteriores mencionadas, ahora vamos a dedicar el texto de este post a los iroqueses y los hurones.


Confederación Iroquesa
El grupo tribal que conocemos como "iroqueses", era en puridad una confederación que englobaba desde mediados del siglo XVI, las tribus Mohawk (la más poderosa), Oneida, Cayuga, Onondaga y Séneca. Para los ingleses se trataba del pueblo de las "Cinco Naciones". Más tarde (en 1712) se unió la tribu de los Tuscarora y la Confederación Iroquesa pasó a ser conocida como "Las Seis Naciones".

Esta Confederación fue la mayor jamás existente entre los pueblos nativos en la Historia de los Estados Unidos. Su sistema político, en el que la mujer tenía un papel preponderante, aún funciona entre las tribus, y se cree que su organización básicamente democrática, influyó en la formación del ideario político estadounidense.

Iroqueses

Los iroqueses odiaron a los franceses desde que a principios del siglo XVII, en 1609 concretamente, tuvieron un sangriento enfrentamiento con los hombres del explorador Samuel Champlain, a quienes acompañaban numerosos hurones y algonquinos. Razón por la que los iroqueses se aliaron inicialmente con los holandeses (primeros europeos en la zona de Nueva York), que les proveyeron de armas de fuego, y posteriormente con los británicos. 

Habitaban los iroqueses el territorio (cuya extensión pudo variar a lo largo de los años) comprendido entre el sur del Lago Ontario (el más oriental de los Grandes Lagos) y la costa atlántica de la zona que actualmente ocupa Nueva York.


Confederación Hurón (o Wendat)
También conocida como "Confederación Wyandot", agrupaba las tribus de (respirar hondo antes de pronunciar los nombrecitos): los Attignaouantan (o "tribu del Oso"), los Attinguenougnahak (o "tribu de la Cuerda"), los Tahonraenrat (o "tribu del Ciervo") y los Ahrendarrhoron (o "tribu de la Roca").

Los hurones ocupaban la zona norte del Lago Ontario, llegando su dominio hasta amplios territorios del Canadá. Y fue en Canadá donde hacia 1608 trabaron amistad con los franceses de la expedición de Samuel Champlain, de quien hemos hablado antes y uno de los primeros europeos al norte de los Grandes Lagos.


La influencia y predicación que sobre los hurones ejercieron los jesuitas franceses, hizo que esta tribu fuese la más cristianizada de la zona; asunto que si bien facilitó su relación con los colonos europeos, hizo perder agresividad a los propios hurones frente a sus enemigos ancestrales.

Generalidades de iroqueses y hurones
Ambos pueblos eran de habla iroquesa, pero siempre estuvieron enfrentados, tanto entre ellos como con los pueblos de habla algonquina, más nor-orientales, y con los inuit (por otro nombre "esquimales").


Al contrario que los indios de las llanuras, cuyas viviendas solían ser los clásicos "tipis" troncocónicos construidos con pieles de búfalo y que estaban habitados generalmente por una sola familia, estas tribus de los bosques, vivían en grandes casas de madera plurifamiliares. Las tribus daban a estas viviendas el nombre de "Casas Largas". Estaban construidas con palos y cortezas de árbol; sus dimensiones, solían ser de 20 metros de largo por 6 de ancho, con una altura de 6. Los tejados se formaban con palos flexibles a los que se hacía adoptar una forma curva; de manera que la construcción daba la impresión de una estructura semicilíndrica. El conjunto de las "casas largas" de cada poblado estaba protegido, a guisa de "muralla", por una empalizada. Las "casas largas" eran construidas por los hombres, pero eran propiedad de las mujeres, que las regentaban.    


Sus cultivos principales eran el maíz, las judías, las calabazas y el tabaco; los espesos boques y numerosos lagos que les rodeaban les proveían de abundante caza y pesca. Desde los días del contacto con los europeos, el comercio de pieles de castor (y de otros animales de piel valiosa), les permitieron hacerse con objetos manufacturados, piezas textiles y... armas de fuego. Este asunto de las pieles de castor, interesó sobremanera a franceses y holandeses en principio, más tarde, también a los británicos; y aunque como hemos visto, este comercio beneficiaba en gran medida a iroqueses y hurones, también les enfrentó de manera más cruel de lo que había venido siendo habitual, porque ahora se trataba de hacerse con el control del comercio de pieles con los europeos. La cuestión llegó a un punto álgido con...


La Guerra de los Castores
La "Guerra de los Castores" fue realmente, no una sola guerra, sino una serie de conflictos con períodos intermedios de paz, que se extendieron a lo largo del siglo XVII durante más de 50 años. Siendo en principio un enfrentamiento entre iroqueses y hurones, se fueron involucrando en la contienda, holandeses, franceses y británicos, así como otros pueblos nativos. Los europeos aprovecharon el odio ancestral existente entre las diferentes tribus para lanzarlas unas contra otras en su propio beneficio.

Este conflicto está considerado como el más sangriento que nunca se desarrolló en Norteamérica; no solo por su larga duración, sino también por la extrema ferocidad con que se combatió. La forma de hacer la guerra por parte de los nativos, fue una "guerra total", en la que, una vez tomado un asentamiento se pasaba a cuchillo a ancianos, mujeres y niños. Y tanto un bando como otro, acostumbraba torturar hasta la muerte a los prisioneros tomados en combate, excepto a los elegidos para ser "adoptados".


Dependiendo de las fuentes consultadas, la fecha de inicio del conflicto puede variar mucho, y hay textos que le añaden varias décadas hacia atrás. De la misma manera, encontramos grandes diferencias en la datación de algunos sucesos. Después de consultar varios autores, escojo las fechas más coincidentes y que me parecen más autorizadas. Vamos pues, con un resumen de la contienda.

La fecha más comúnmente aceptada como inicio de "La Guerra de los Castores" (dejando al margen enfrentamientos menores y anteriores), es 1640, cuando los iroqueses, animados por sus socios comerciales holandeses y británicos, y dotados de armas de fuego, atacaron a hurones y algonquinos provocándoles numerosas bajas. Al año siguiente, tras su victoria, y ante un brote de viruela (no era el primero) traída por los europeos, que causó muchas muertes entre las tribus, la Confederación Iroquesa ofreció la paz a los franceses, aliados de sus enemigos, ofreciéndoles un puesto comercial en su territorio, pero el gobernador galo rechazó el acuerdo para no desairar a sus aliados hurones. Y la guerra continuó. 


Años después, como la situación bélica estaba interrumpiendo el comercio de pieles, con las consiguientes pérdidas económicas, fueron los franceses los que intentaron un acuerdo con los iroqueses. Se trataba de que éstos, como intermediarios, vendieran sus pieles a los hurones, los cuales posteriormente se las venderían a los franceses. Esto, naturalmente, fue considerado por los iroqueses como un insulto.


Un nuevo ataque iroqués en 1649 provocó una migración de hurones y Petun. Al año siguiente, la "nación Neutral" fue destruida. En 1656 exterminaron a los Erie. Numerosos hurones se integraron en otras tribus, así como en poblaciones francesas, ya que muchos de ellos se habían convertido al cristianismo por la acción de los jesuitas, que también sufrieron muchas bajas ante la furia iroquesa.

Los propios iroqueses, que también habían perdido población, tanto por los efectos de la guerra como por los de la viruela, admitieron en sus filas a refugiados de otras tribus e incluso a prisioneros hurones. Seguían con esto una vieja costumbre india. Igualmente se reconciliaron con los jesuitas, produciéndose algunas conversiones entre los iroqueses.


Pero esto no llevó a la paz. Los Mohawks, la facción iroquesa más fuerte y más beligerante, dirigió ahora sus ataques contra los colonos blancos. Y se produjeron muchos asaltos a poblaciones y establecimientos comerciales franceses en los que el terror y la caza de cabelleras fueron comunes.

También otras tribus fueron masacradas por la Confederación Iroquesa: Tionontaté, Ottawa, Conestoga, Delaware... Los iroqueses en su avance, llegaron a las puertas de Quebec y Montreal, ciudades contra las que efectuaron diversos asaltos. Ante esto, Francia decidió tomar cartas directamente en el asunto, y en 1660 formó un contingente militar al que añadió supervivientes hurones y algonquinos y atacó a los iroqueses; pero éstos derrotaron a la coalición, aún a costa de muchas bajas.

Hurones

En 1662 los mohawk entraron en territorio mohicano, pero fueron rechazados. Al año siguiente, fueron los mohicanos en unión de otras tribus quienes atacaron a los iroqueses, siendo vencidos a su vez. En 1664 hubo diversos combates entre británicos y holandeses, ambos asistidos por contingentes nativos; vencidos los holandeses, fueron obligados a poner fin a su colonización y renunciar a sus pretensiones territoriales en América del Norte. En 1674 Nueva Amsterdam sería rebautizada como Nueva York. 


En 1666 Francia envió un potente ejército entrando firmemente en el conflicto en apoyo de hurones y algonquinos, mientras los británicos, cada vez más asentados en sus colonias, formalizaban su alianza con los iroqueses. Pero la presión francesa obligó a los iroqueses a negociar una paz que fue poco duradera. Poco después, los mohawk devastaban  asentamientos de los Shawnee, Illinois, Powatomi y Miami que huyeron hacia el Oeste. No fue hasta 1684 que la expansión iroquesa pudo ser detenida, en parte por el apoyo francés a sus enemigos, una vez roto el armisticio.


Terminado el armisticio franco-iroqués, los galos dotaron de armas de fuego a hurones y algonquinos, y les lanzaron contra los iroqueses. Lo que no sabían los franceses, era que en el intermedio, los británicos habían hecho lo propio con los iroqueses, como antes lo hicieran los holandeses, y ahora los enfrentamientos en los años finales de la década de los ochenta y primeros de los noventa, serían aún más sangrientos de lo que habían sido hasta ahora.


En 1689, los franceses organizaron una nueva coalición de tribus y la dirigieron una vez más, contra los iroqueses. En los combates siguientes se enfrentaron directamente ingleses y franceses, acompañados ambos por componentes de las diversas tribus. Fue lo que los británicos bautizaron como Guerra del Rey Guillermo (1689-1697).


En 1697, con ambos bandos agotados tras más de cincuenta años de guerra, los franceses firmaron un acuerdo comercial con los iroqueses. Los primeros cejaban en su empeño de destruir a los segundos, y éstos habían sufrido una pérdida de población tan brutal, que no podían continuar haciendo frente a la guerra. Los británicos se opusieron en principio a este acuerdo, pero finalmente, se sumaron a él.


En la "Gran Paz de Montreal", de 1701, se daba por concluida la Guerra de los Castores y se restablecían prácticamente las antiguas fronteras y las áreas de influencia iniciales. Muchas de las tribus arrojadas de sus tierras, pudieron regresar a ellas. Los iroqueses, aunque muy debilitados, salían del conflicto como los únicos mediadores del comercio de pieles con los europeos. La Guerra había durado (según el cómputo que hemos elegido), 61 años; de 1640 a 1701.


Pero los auténticos vencedores de la Guerra de los Castores fueron británicos y franceses, porque la enorme sangría que las tribus nativas habían sufrido, tanto por efectos de los cruentos combates como por las diversas epidemias de viruela que se habían producido, redujo de tal modo la población india (se dice que un noventa por ciento), que la posterior expansión colonizadora inglesa y francesa, no encontraría resistencia firme.

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Algunas notas finales
La Guerra de los Castores estuvo a punto de provocar la extinción del animal en la Región de los Grandes Lagos, y de hecho, los recolectores de pieles de la época debieron dirigirse para continuar su caza, al norte, a la Bahía de Hudson y zonas adyacentes. Actualmente, la población de castores se ha estabilizado, aunque se supone que no alcanza el número existente antes de la Guerra.


Aparte de en la Guerra Franco-India de 1754-1763, iroqueses y hurones (o lo que quedaba de ellos) participaron activamente tanto en la Guerra de Independencia americana (1775-1783) como en la posterior Guerra Anglo-estadounidense de 1812-1815.


A fecha de hoy, existen asentamientos y reservas tanto huronas como iroquesas en Canadá y Estados Unidos. Y como hemos dicho antes, la Confederación Iroquesa sigue activa, tan activa que en 1942 declararon por su cuenta la guerra a la Alemania Nazi, al margen de la declaración de Estados Unidos.  :)

Y ya está bien por hoy de iroqueses y hurones. Pasemos a otra cosa...

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Las figuras son de:
"Perry Miniatures"
(28mm, metal)
En origen, una caja con doce miniaturas. Para distinguir una tribu
de otra, he optado, como habéis visto, por pintar seis figuras
(los iroqueses) con pinturas de guerra, mientras las otras 
seis (los hurones) carecen de tal peculiaridad.

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