Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Guerra del Rif (1911-1927) Cabilas rifeñas


Los precedentes de la Guerra del Rif, que se desarrolló entre 1911 y 1927, ya quedaron detallados en una entrada anterior (aquí), pero será aclaratorio recordar ahora breve y cronológicamente algunos de los antecedentes más próximos.

Entre 1859 y 1860 se había producido la "Primera Guerra de Marruecos", que para los españoles de la época fue simplemente la "Guerra de África".

En 1898, la "Guerra Hispano-Estadounidense", había hecho perder a España sus posesiones ultramarinas (Cuba, Filipinas, Puerto Rico, Guam...) lo que llevó al gobierno de Alfonso XIII (un niño, en el momento) a intentar ampliar sus territorios en el Norte de África para "reverdecer laureles", aprovechando el auge del colonialismo y el interés que entre las potencias europeas había despertado la zona. No solo España, que desde siglos atrás tenía como territorios propios los de Ceuta y Melilla, sino que ahora, Francia, Inglaterra y Alemania pugnaban por hacerse con una porción de aquellas tierras. 

Y en 1906, en la Conferencia de Algeciras, España y Francia se repartían  Marruecos en zonas de influencia; aunque los límites de tal reparto distasen de ser definitorios.

Mapa donde vemos los límites del protectorado español de Marruecos, así como la
situación de algunos enclaves significativos en el desarrollo del conflicto.

En 1909 se desarrolló la "Guerra de Melilla", durante la que tuvo lugar el conocido desastre de "El Barranco de el Lobo". Los sangrientos sucesos provocaron un descontento civil que eclosionó en la "Semana Trágica de Barcelona".

1911: Comienza la "Guerra del Rif", a la que dedicamos esta entrada, también conocida como "Segunda Guerra de Marruecos". Curiosamente, la guerra comenzó antes de que en...

...1912 el Tratado de Fez delimitase en detalle las zonas de influencia francesa y española en el Protectorado de Marruecos. Estas zonas las podemos ver gráficamente en el mapa que adjunto arriba.

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- La Guerra del Rif -
Como ya vimos anteriormente, las cabilas (1) del Rif alimentaban desde antiguo un deseo de independencia, tanto del Sultán de Marruecos como de las potencias europeas. Y en 1911 la situación de rebeldía generalizada llevó al Sultán a pedir ayuda a Francia, que ocupó militarmente la ciudad de Fez (situada en su zona del protectorado) e intentó expandir su territorio en detrimento de España.

(1) La palabra "cabila" también podemos encontrarla como "cábila", con tilde, pero el DRAE desaconseja esta forma.


En respuesta, España hizo un desembarco en Larache, y Alemania, en abierta oposición a la expansión francesa, envió un cañonero a Agadir. Fue la "Crisis de Agadir", que se saldó con un acuerdo entre Francia y Alemania, por el que ésta abandonaba la zona a cambio de la cesión de territorios en el África Ecuatorial Francesa.


Es en 1912 (como anticipamos antes) cuando el Tratado de Fez delimita las respectivas zonas de influencia hispano-francesas y comienza la ocupación del territorio y la extracción de minerales, cuestión que los rifeños (y los marroquíes en general), no veían con buenos ojos. Y se daba la circunstancia de que las cabilas más belicosas del territorio ocupaban la zona de influencia española.


Entre 1911 y 1912, España tuvo que sofocar una rebelión de tribus encabezada por el caíd El Mizzian (o Ameziane). Las acciones comenzaron con un tiroteo rifeño a un destacamento militar español que realizaba trabajos de Topografía, lo que dio lugar a la reacción española. Esta acción fue conocida como la "Campaña del Río Kert".


En estos combates tuvieron su bautismo de fuego las denominadas "Tropas Regulares Indígenas", formadas por el general Dámaso Berenguer. Con la muerte del caíd en 1912 terminaba la rebelión de esta cabila y España se anexionaba nuevos territorios.


Pero existían focos de insurgencia en otras cabilas, y entre 1913 y 1919, los combates fueron constantes. Destacó la rebelión de Ahmed El Raisuni, líder cuyas relaciones con España oscilaban entre abierta hostilidad y períodos amistosos. En 1918 durante uno de los períodos hostiles, el general Berenguer le derrotó en las proximidades de Tetuán y El Raisuni se retiró al sur.


En 1920, el general Manuel Fernández Silvestre fue nombrado para la Comandancia general de Melilla. Silvestre, hombre impetuoso que anhelaba acabar con las revueltas rifeñas, intentó avanzar hacia la bahía de Alhucemas, punto que se consideraba crucial para el control del territorio. Pero en su avance fue ocupando mas territorio del que podía controlar militarmente, dado el número de tropas de que disponía. Esto llevó a la división del ejército en pequeñas guarniciones, fortines distantes entre sí y de difícil defensa.

Un problema adicional de estos fortines era que al estar situados en elevaciones del terreno, no tenían aprovisionamiento de agua, por lo que los soldados debían abandonarlos para ir a buscarla en arroyos próximos, situados lógicamente en zonas bajas. Y estas "salidas" eran aprovechadas por los rifeños para preparar emboscadas contra los españoles.


En 1921, Silvestre ocupa la playa de Sidi Dris. En esta acción, las tropas españolas entran arriesgadamente en zona de nuevas cabilas y ocupan también el aduar de Annual, donde se establece un campamento. Se dan por terminados los enfrentamientos con El Raisuni tras complicadas negociaciones, y justo en este  momento se levantan las tribus del Rif Central dirigidas por Abd El-Krim.


Seguimos en 1921; el 1 de junio, el general Silvestre ordenó ocupar Monte Abarrán; posición que debió ser abandonada tras la rebelión de las tropas indígenas que acompañaban a las fuerzas españolas. Poco después se establecía otra posición en el Monte Igueriben, pero fue asediada y  tomada por los rifeños el 21 de julio, tras un bombardeo artillero en el que las cabilas utilizaron los cañones españoles que habían obtenido en Monte Albarrán; de los trescientos cincuenta españoles que la defendían, únicamente sobrevivieron once.


- El Desastre de Annual -
Los rebeldes, animados por la victoria, se dirigieron el mismo día al campamento de Annual, que asediaron. Los soldados españoles, de reemplazo en su mayoría, mantenían una moral bajo mínimos; estaban mal municionados, mal alimentados y (lo peor) sin agua. Al día siguiente (22 de julio de 1921), considerando inviable la defensa, el general Silvestre dio la orden de retirada. Tal retirada fue en realidad una triste y caótica huida hacia Melilla, en la que los rifeños, en abrumadora mayoría numérica, persiguieron y fueron diezmando a la columna española en retirada.


Únicamente una unidad española dio aquel día muestras de un heroísmo ejemplar: el Regimiento de Caballería Alcántara, que con repetidas cargas y sufriendo las bajas del 90 por ciento de su unidad, permitieron a unos pocos escapar del desastre. (Al Regimiento Alcántara, espero dedicarle una entrada en breve).


Este hecho, se conoce en la Historia como "El Desastre de Annual". Cerca de doce mil soldados españoles murieron en la jornada, el cadáver del impetuoso general Silvestre, nunca fue encontrado; unos pocos supervivientes consiguieron llegar a Melilla, pero la mayoría se dirigieron al cuartel de Monte Arruit, donde se hicieron fuertes y resistieron dos semanas cercados...


...y sin apenas provisiones ni agua. Finalmente, un mensaje de los rifeños: "Si entregáis la plaza y salís sin armas, prometemos respetar vuestras vidas". Ante esta oferta, y exhaustos, los españoles se rindieron... sólo para comprobar lo que valía la palabra de los rifeños: a medida que fueron saliendo de la fortificación iban siendo degollados. Eso sí, los oficiales fueron "perdonados", y por su canje, obtendrían los rebeldes cuantioso rescate. 


Tras su victoria, Abd El-Krim proclama la República del Rif. Posteriormente se nombraría Sultán de Marruecos, aunque no fue aceptado como tal por la totalidad de las cabilas. Mientras tanto, España enviaba al Rif numerosos refuerzos y nuevo armamento: carros de combate y aviones. Los primeros tanques del ejército español (Renault FT-17 y Schneider CA1, comprados a Francia) tuvieron su bautismo de fuego en estos días.


Entre septiembre de 1921 y enero de 1922, se recuperaron varias posiciones, entre ellas Monte Arruit. Nuevos acuerdos con El Raisuni permitieron pacificar la zona occidental del Protectorado.


Septiembre de 1923: Miguel Primo de Rivera, con el acuerdo de Alfonso XIII instaura una Dictadura; entre sus objetivos más urgentes, está la idea de acabar a cualquier precio con la guerra en África. Pero nuevas rebeliones en la zona oriental del Rif, aconsejan abandonar posiciones en la occidental. 


No es hasta noviembre de 1924 que se procede a la evacuación de la ciudad de Chauen; y de nuevo una organización pésima y los continuos ataques de las tribus convierten la evacuación en una masacre que se cobró la vida de dos mil españoles. Y los combates continuaban... En febrero de 1925, El Raisuni, que ahora apoyaba a España, es capturado por Abd El-Krim y encarcelado. Murió poco después.


En este momento, España solo dominaba de forma efectiva una faja costera entre Ceuta y Melilla. Los combates en la zona oriental habían disminuido, pero ahora, fue la región de Yebala la que se declaró en rebelión. Los altercados hicieron que Francia reforzase su frontera con la zona española, lo que fue entendido por las tribus como un ataque a sus libertades. 


Las cabilas de Yebala llamaron en su ayuda a las tribus rifeñas y tras atacar varios puestos militares franceses, el ejército conjunto asestó una dura derrota a los galos en la batalla de Uarga (entre abril y julio de 1925). Más de dos mil muertos le costó a Francia este enfrentamiento.


Llegados a este punto, tanto Francia como España vieron claro que la única manera de pacificar Marruecos y acabar con la insurrección era unir fuerzas y asestar un golpe combinado. Tras reuniones entre el mariscal Pétain por parte francesa y el general Primo de Rivera por la española, se diseñó un plan.


- Desembarco de Alhucemas -
Y el ocho de septiembre de 1925 se producía el "Desembarco de Alhucemas". Un ejército compuesto por 13000 soldados apoyados por artillería, tanques, aviación y fuerzas navales, ocupaba las playas de Ixdain y Cebadilla y comenzaba la recuperación del territorio. El día 10, los franceses iniciaban su ataque desde el Sur; ante esto, los rifeños se vieron obligados a dividir sus fuerzas para hacer frente al doble ataque. 


El ejército hispano-francés fue comandado por Miguel Primo de Rivera, José Sanjurjo y Philippe Pétain; al mando del contingente de la Legión española, estaba Francisco Franco. Las tribus rifeñas estaban a las órdenes de Abd El-Krim y su hermano, Mohamed Abd El-Krim.


El avance hispano-francés no pudo ser detenido por las cabilas, que vieron caer en rápida sucesión todas sus posiciones. Y para el dos de octubre, con la toma por el ejército español, de Axdir, capital de la efímera "República del Rif", la campaña de Alhucemas se daba por concluida. Abd El-Krim huyó al Sur.


El Desembarco de Alhucemas se considera el primer desembarco combinado de la Historia. Un ataque conjunto contando con las Armas de Tierra, Mar y Aire, era una novedad en el momento. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, el general Eisenhower estudiaría detenidamente la planificación de los dispositivos españoles mientras diseñaba el Desembarco de Normandía. 


Abd El-Krim se había atrincherado en Targuist, mientras españoles y franceses pacificaban los territorios recién reconquistados. En abril de 1926, se intentó un acuerdo con el líder rifeño que no fructificó; por tanto, los ataques a las cabilas por el ejército hispano-francés, prosiguieron con contundencia.


No fue hasta el 26 de mayo de 1926 que la rebelión fue aplastada. Abd El-Krim, antes de caer en manos de los españoles, prefirió entregarse a los franceses. Hizo bien, porque los españoles le hubiesen ahorcado alegremente como el criminal de guerra que resultó ser; los franceses sin embargo (que le "debían" menos muertos, y no hablamos de "los muertos en combate"), le deportaron a la isla Reunión, de donde saldría más tarde. Y es que como dijo alguien: "De la cárcel se sale; del cementerio, no".  ;) 


Con la entrega de Abd El-Krim, para Francia había terminado la guerra; pero no para España; porque en su zona del Protectorado, quedaban otras cabilas rebeldes. Un año más de combates se extendería para los españoles, hasta que el 8 de julio de 1927, habiendo logrado la rendición del último líder insurgente, el general José Sanjurjo, pudo comunicar oficialmente el fin de la Guerra del Rif.

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- Después de la Guerra del Rif -
En España, el desgaste humano provocado por el conflicto provocó una pérdida de crédito de la Monarquía y un descontento general que sentaría las bases para la próxima "Guerra Civil Española".

El Protectorado llegó a su fin el siete de abril de 1956, cuando se firmó en Madrid la declaración de Independencia de Marruecos. 

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Las figuras son de: "1898 Miniaturas"
28mm, metal.

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