Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Enemigos de Roma - El Ejército Etrusco


La mayor trascendencia de los etruscos en la Historia del Mundo, radica en que fueron uno de los principales elementos que darían lugar al nacimiento del pueblo romano. Hasta los días en que Roma fue seducida por la Cultura Griega ("Grecia conquistada, conquistó al conquistador" decían los antiguos), los etruscos fueron el espejo en que se miró Roma en asuntos tan esenciales como Religión, Leyes, Costumbres, organización militar, tecnología o Arquitectura.


En sus primeros tiempos, Roma fue la unión de tres diferentes comunidades que vivían en colinas próximas, en la zona donde el Tíber, próximo a su desembocadura,  contaba con un vado cerca de la isla Tiberina. Estas tres comunidades fueron: una tribu latina, otra sabina, y otra etrusca. Y precisamente la palabra "tribu" (independientemente de su significado actual) , proviene de un vocablo latino que significa "tres", o "la unión de tres". La palabra "tribu" ha tenido muchos y variados derivados: tribuno, tribunal, tributo, contribución...


Y cuando el fundador de la Urbe, Rómulo, dividió la sociedad romana en tres partes, lo hizo siguiendo ese criterio étnico: ramnes (latinos), tities (sabinos) y luceres (etruscos); nos lo cuenta Marco Terencio Varrón. Así pues, vemos claramente que el componente etrusco estaba presente en Roma desde su misma fundación (que la tradición sitúa en 753 aC).


Ahora bien, ¿de dónde venían los etruscos? Siempre ha sido una interrogante sin respuesta definitiva. Y es que su idioma no está relacionado con ninguno de los pueblos indoeuropeos. Posiblemente la respuesta esté en que tuvieron orígenes diversos: por una parte podría ser (como apuntaba Heródoto) que procediesen de Lidia, en Asia Menor; pero sería sólo "una parte"... la otra, pudiera haber sido autóctona (como pretendía Dionisio de Halicarnaso). 


La fusión de las dos etnias pudo haber formado el pueblo etrusco. La parte autóctona (aunque esto no lo sabía Dionisio) podría estar emparentada con la "Cultura de Villanova", que floreció en el norte de Italia (concretamente en La Toscana, solar de los etruscos) al final de la Edad del Hierro, alrededor de 900 aC.  


La expansión etrusca, que les llevó a dominar gran parte del Mediterráneo occidental (en competencia con griegos y cartagineses) y prácticamente toda la Italia del norte y del centro, comenzó a finales del siglo VIII. Conquistaron el Lacio, fundaron ciudades en La Campania,  se extendieron hacia el sur a costa de las ciudades griegas de la Magna Grecia y hacia el norte, en pugna con los celtas. 


Aunque la historiografía romana disimula o enmascara el hecho, parece claro que los etruscos en su momento de máximo poder, dominaron Roma y la sometieron a tributo. De hecho, entre los siete reyes que tuvo la urbe antes de convertirse en República, los tres últimos fueron etruscos (de 617 a 509 aC). Estos tres monarcas  etruscos fueron: Tarquinio Prisco (617-579); Servio Tulio (579-535) y Tarquinio el Soberbio (535-509). Los otros cuatro reyes habían sido latinos o sabinos.


Antes de los citados reyes etruscos, Roma había conseguido (en 665) hacerse con el liderazgo de la Liga Latina después de destruir la ciudad de Alba Longa, anterior dominadora de la Liga. La guerra de Roma con Alba Longa fue el escenario de la conocida leyenda de "los Curiacios y los Horacios".

En 540 (mientras en Roma reinaba Servio Tulio), los etruscos aliados a los cartagineses, frenaban el expansionismo griego en el Mediterráneo. Fue la batalla de Alalia, cerca de Cerdeña que significó el fin de la colonización helena y el momento de máximo poderío etrusco.


Cuando en 509 (tras el asunto de "Lucrecia"), los romanos expulsaron a Tarquinio el Soberbio e implantaron la República, el destronado rey pretendió recuperar el poder solicitando la ayuda de varias ciudades etruscas (Caere, Veyes, Tarquinia...) pero fue derrotado en la batalla de la Selva Arsia.

Tarquinio se volvió entonces al poderoso Lars Porsena, rey etrusco de Clusio (hoy  Chiusi), con cuyo concurso intentó tomar Roma en 508, pero fue rechazado. Por último, lo intentó recurriendo a la ciudad de Tusculum y movilizando contra Roma a numerosas ciudades de la Liga Latina. La coalición fue aplastada por los romanos en la batalla del Lago Regilo, en 496 (ó 499, según diferentes autores). Tarquinio se retiraría a Cumas donde murió poco después.

El casco de este hoplita es del típo Negau; muy común en Italia.

El poder etrusco desapareció "de facto" en Roma, aunque aún se mantendría en otras zonas de la península itálica durante algún tiempo. El período de la monarquía etrusca en Roma, pese a todo, fue beneficioso para la ciudad. Durante ese tiempo se construyó la Cloaca Máxima (bajo Tarquinio Prisco), que permitió desecar la zona del Foro, y se alzaron las primeras murallas de la Urbe (la llamada "muralla serviana", por Servio Tulio). Incluso durante el reinado del "malvado" Tarquinio el Soberbio se edificó un edificio tan grandioso como el Templo de Júpiter, en el Capitolio.


Coincidiendo con el fin de la monarquía en Roma, las cosas empezaron a ir mal para los etruscos. En 474 pusieron sitio a la ciudad griega de Cumas, en el Sur de Italia. Los cumanos pidieron ayuda a los griegos de Siracusa y la flota etrusca fue totalmente destruida. Etruria no intentaría nunca más una aventura en el sur.

En el norte, no les iba a ir mejor: fueron expulsados del valle del Po por la expansión de los celtas que devastaron varias ciudades. Y en 406, mientras los etruscos dedicaban sus esfuerzos a mantener a raya a los celtas, los romanos vieron la ocasión propicia para ajustar cuentas con una ciudad que siempre les había causado problemas: Veyes.


Tras un asedio de diez años, en 396, Veyes, posiblemente la ciudad más grande que nunca tuvo Etruria, era tomada y destruida. Su territorio fue anexado a Roma. Poco después, la principal colonia etrusca en el norte, Bolonia, era tomada por los celtas. Para 354, Roma había conseguido apoderarse de amplios territorios en el sur de Etruria.

Aún intentarían los etruscos acabar con el poder romano, participando en la Segunda y Tercera Guerras Samnitas (326-304 y 298-290 respectivamente), pero en las dos ocasiones se vieron obligados a abandonar la lucha antes del fin de los dos conflictos.

La caballería no tuvo en Etruria la importancia que tuvo entre los samnitas. Ni su efectividad era comparable. Pero no por eso vamos a dejar de proteger las alas de nuestra falange. ;)

Tras estos hechos, los etruscos aceptaron la dominación romana y asistieron, atónitos, al imparable ascenso de Roma, que tras someter a latinos, volscos, ecuos, umbros y samnitas, se convertía en dueña indiscutible de Italia desde el Valle del Po hasta la Magna Grecia. Era el principio de algo muy grande... pero para los etruscos fue el final como pueblo independiente.

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Armamento etrusco
Hacia mediados del siglo VII, los etruscos habían adoptado por influencia griega, la falange como formación de combate. Consecuentemente, los hoplitas que formaban la falange, usaban el equipo clásicamente griego: escudo redondo (llámese hoplón o aspis), lanza, espada, yelmo coraza y grebas.

No me convencen nada los cascos que el fabricante les ha puesto a estos jinetes; aparentemente se trata de cascos macedonios. "Vistosos" sí quedan, pero...

En Roma, durante el reinado del etrusco Servio Tulio, la falange fue complementada con otras líneas de combatientes más ligeros que el hoplita (no usaban armadura y su escudo era el "scutum" ovalado en lugar del redondo "aspis". Pero esa modificación (posible origen del "triplex acies" legionario), no fue adoptada por otras ciudades etruscas.  

La formación en falange se mantuvo entre los etruscos más de tres siglos, hasta los días en que las modificaciones tácticas y militares impuestas por los romanos (legiones y manípulos), se hicieron extensivas a todos sus aliados o tributarios.


Aunque griego en principio, el equipo de los hoplitas etruscos tenía algunas particularidades itálicas. Por ejemplo: más que los yelmos cerrados tipo "Calcídico" o "Corintio", eran apreciados los cascos abiertos; un modelo clásicamente italiano y muy usado durante el período fue el conocido como "Negau". Varios de nuestros hoplitas van tocados con él. Para facilitar su identificación, añado tal nombre (Negau) al pie de la foto donde más se destaca.

Psiloi. En este caso, lanzadores de jabalina; existían también "psiloi" honderos.

También encontramos diferencias en las armaduras. Eran usadas las llamadas "de campana", fabricadas en bronce, pero los italianos en general y los etruscos en particular, preferían (a juzgar por las representaciones en pinturas y relieves antiguos) armaduras de lino reforzadas con escamas. Que es también el tipo de armadura con que el fabricante de las figuras ha dotado a los jinetes.


Los escudos seguían los modelos griegos en configuración y dimensiones; sin embargo en su decoración había diferencias: mientras muchos eran decorados "a la griega", con inclusión de animales o monstruos, otros seguían diseños más itálicos, a base de dibujos geométricos.   


Grebas, lanzas y espadas eran prácticamente las mismas usadas por los griegos. En cuanto a las últimas, fueron usadas tanto rectas, tipo "xiphos", como curvadas o "machairas".

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Las figuras son:
Infantería y Caballería: de Old Glory Miniatures
Psiloi; de Essex Miniatures
15mm.

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