Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Napoleónicos 28mm - Francia - Lanceros


La caballería había abandonado la lanza como arma desde finales del siglo XVII. Sin embargo, en Polonia había subsistido. Cuando Napoleón se apoderó de este país, "se prendó" de los escuadrones de lanceros y los incorporó a su Ejército. Posteriormente, creó sus propios regimientos.


El escuadrón que presentamos pertenece al Quinto Regimiento de Lanceros, concretamente al Escuadrón de Élite. Se diferenciaban de los escuadrones de línea en las charreteras. 

Estuvieron presentes en Waterloo y se encargaron de romper la carga de los "Scott Greys" ingleses, en una contra-carga que sorprendió a los británicos por el flanco. Posteriormente, en la misma batalla, fueron destrozados (conjuntamente con el resto de la caballería gala) por el fuego de la fusilería inglesa al producirse la desastrosa carga de Ney sin apoyo artillero ni de infantería. Napoleón se desesperó por aquella estúpida acción.


Claro, que más se desesperó, cuando al finalizar la batalla tuvo que salir "disparado" hacia París mientras la Infantería de la Guardia se inmolaba para proteger su huida (que no retirada). Y de París, a Santa Elena, donde como es sabido, acabaría sus días y su ensoñación de una Europa bajo la férula francesa. 

Pieza completa.

Los lanceros como unidad de combate, aún se mantuvieron durante un tiempo en toda Europa. En la Primera Guerra Mundial, existieron varias unidades, pero su efectividad era menor a medida que las armas de fuego incrementaban su potencia y terminaron desapareciendo... excepto en Polonia donde todavía a comienzos de la Segunda Guerra, un regimiento de lanceros intentó frenar el avance de los "Panzer" alemanes. Sin éxito, por supuesto, pero con mucha gloria, eso sí. 

La película "Waterloo" (Sergei Bondarchuk, 1970) ilustra perfectamente los pormenores de la batalla del mismo nombre.


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Las figuras son de "Perry Miniatures" en 28mm.