Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

La Tierra Media - La Compañía del Anillo

La Compañía del Anillo, al completo.

Comienzo con esta entrada una nueva tanda de publicaciones y como siempre, más tarde de lo que me hubiese gustado hacerlo. En esta ocasión, el retraso no se ha debido a dificultades personales ni a problemas en la percepción de figuras ni de materiales, no. Se ha debido al "ansia viva". :) Al ansia de pintar. Sí, me explico: cuando tenía ya material preparado para publicar diez entradas, detecté en la Red una oferta con las figuras que podéis ver. Las pedí, me las sirvieron en un tiempo sorprendentemente corto, y simplemente no fui capaz de ponerme a fotografiar las figuras que ya tenía pintadas y a preparar textos para acompañarlas y publicarlas aquí, sino que me puse frenéticamente a pintar "las nuevas", es decir: éstas.

Aragorn, el Heredero de Isildur.

Y es que desde hacía tiempo le tenía "ganas" a La Compañía del Anillo. De manera que, aunque sea lo primero que publico (en esta tanda), es lo último que he pintado. En próximos días publicaré 10 entradas (y con ésta serán 11). En esta "tanda", por cierto, prima la Fantasía sobre la Historia, aunque no desatiendo mi principal inspiración . 

Y sin más preámbulos, dediquemos unas palabras a J.R.R. Tolkien, a ESDLA y a La Compañía del Anillo.


Se ha dicho que "El Señor de los Anillos" está en la línea de las grandes misiones legendarias de la Literatura, de las grandes búsquedas: Galahad y el Grial, Jasón y el Vellocino de Oro, Gilgamesh y la Planta de la Inmortalidad... y es verdad en cuanto a lo que tiene de Viaje, de Misión, de vencer mil enemigos y contrariedades para llegar a un punto de destino predeterminado. Pero lo que no se dice (o yo no lo he leído) es que de lo que trata realmente ESDLA, es precisamente de lo contrario... es decir: no hay que "buscar nada", no se va en pos de un objeto valioso, mágico o maravilloso. De lo que se trata es precisamente de "deshacerse de él". Del Anillo Único obviamente. Este detalle por sí sólo, dota a la narración de Tolkien (en mi opinión) de una originalidad absoluta en el ámbito de la Literatura Universal.


He subrayado ese punto porque me parece que ha sido descuidado por críticos y autores, pero no es mi intención cantar los méritos de tan magna obra, que en general, ya han sido suficientemente exaltados. Lo que sí quiero es dedicar la presente entrada a destacar las fuentes, las raíces, de algunos de los protagonistas (y pasajes) de Tolkien que tan buenos ratos nos han hecho pasar. Y me estoy refiriendo al Libro, no a la película, que ésta... ejem, ejem. 

Boromir, hijo del Senescal de Gondor, Denethor.

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), además de escritor, poeta, filólogo, profesor universitario y lingüista, fue un enamorado de las antiguas leyendas escandinavas, de los mitos griegos, de los cantares de gesta, los relatos artúricos, los cuentos de hadas... y por supuesto de la Historia Antigua y Medieval. Todo esto trasluce en su obra. Tolkien dijo una vez que todas sus historias surgían del "humus de la mente", es decir, del sedimento que habían dejado en su memoria las numerosas lecturas efectuadas muchos años atrás.


Cuando leí por primera vez ESDLA corría el año 1978, y por aquel entonces andaba yo devorando cualquier texto grecorromano o medieval que pudiese caer en mis manos (principalmente tras pesquisas por la Cuesta de Moyano), por lo que no tardé en captar los paralelismos entre la obra tolkiniana y aquellas antiguas narraciones. Desde entonces, he releído la obra varias veces y en cada ocasión (a medida que mi propio "humus de la mente" ha ido aumentando) he descubierto nuevos rastros de antiguos héroes y relatos en las líneas tolkienianas.


Algunas de esas influencias ya han sido estudiadas en trabajos y publicaciones anteriores, sin embargo otras muchas permanecen sin ser comentadas. Trataré de hacerlo en las siguientes líneas desde el punto de vista de un enamorado de la Historia y de la Literatura Antigua y Medieval, al mismo tiempo que desde el de un apasionado de la Obra de Tolkien. Vamos a ello.

Frodo Bolsón. El Portador del Anillo.

 - Aragorn - 
Y comenzamos (por orden alfabético) con Aragorn, también conocido como Trancos, Thorongir, Piedra de Elfo .. y más nombres que no recuerdo. Aparte de ser un trasunto del personaje (tan querido por los cuentos) del "Rey Errante", del monarca desposeído de su trono (en su persona o en la de sus antepasados), que tiene como principal misión en la vida recuperar su reino, tiene entre sus "cimientos literarios" la figura de Sigfrido, el héroe nórdico cantado en "La Saga de los Volsungos" y otros textos que por demasiado numerosos no voy a detallar. Además de ser Sigfrido otro "rey errante", el principal elemento que nos sirve para identificar su rastro en la figura de Aragorn es su famosa espada quebrada.


La espada Nársil, forjada por los enanos, fue rota en pedazos cuando Isildur, el antepasado de Aragorn, cortó con ella el dedo de Saurón, muriendo poco más tarde. Mucho tiempo después, los elfos recompusieron la hoja que pasó a ser bautizada como Andúril y con ella en la mano Aragorn reconquistó su reino.

La espada Gram (o Balmung o Nothung, según los textos), forjada por los elfos, se quebró cuando Sigmundo, padre de Sifgrido se enfrentó sin reconocerle, al dios Odín (o Wotan), muriendo después, no sin antes dejar en herencia los trozos de su espada a su hijo. Años después, el enano Mime (o Regin) la recompuso, y con ella en la mano Sigfrido consiguió matar al dragón Fáfnir.


Otro momento estelar en la historia de Aragorn es su viaje a través del "Sendero de los Muertos" acompañado por Legolas y Gimli. El pasaje equivale al Descenso al Infierno ("Descensus ad inferos" dirán los eruditos) que efectuaron muchos héroes o semidioses de la Antigüedad (Orfeo, Ulises, Hércules, Teseo...) Y dejémoslo aquí, que me conozco...  ;)

Gandalf el Gris.

- Boromir - 
El ancestro (literariamente hablando) de Boromir es aún más claro que el de Aragorn. Le delata su omnipresente "cuerno" y no es otro que Roldán, uno de los Doce Pares de Francia que murió en Roncesvalles en 778. 

Los hechos de Roncesvalles son absolutamente históricos, pero su fama y difusión se deben a la Literatura. Echemos un vistazo a los hechos reales: Tras el fracasado intento del emperador Carlomagno de conquistar Zaragoza, y durante su retirada a Francia, mandó incendiar la ciudad de Pamplona. Cuando su ejército cruzaba los Pirineos por el desfiladero de Roncesvalles, la retaguardia fue prácticamente aniquilada por los vascones de la zona que vengaban así la destrucción de su capital. Roldán, sobrino del emperador, que mandaba esta parte del ejército, herido gravemente y caído del caballo, quiso avisar a la vanguardia de la debacle que se estaba produciendo; sacó su cuerno y lo hizo sonar hasta la muerte. Pero cuando Carlomagno quiso llegar al lugar, los muertos se contaban por centenares y los vascos se habían evaporado.


 Pues bien, unos trescientos años después, basándose en narraciones orales sobre el hecho, un monje normando, de nombre Turoldo, escribió un bonito relato: "El Cantar de Roldán". Lo curioso es que en esta narración, quienes destruyen la retaguardia de Carlomagno no son los vascos sino... ¡los musulmanes! Y es cierto que entre aquellos vascones había (dicen las crónicas) un grupo de musulmanes  (concretamente la familia muladí Banu-Qasi). Pero para Turoldo y para sus compatriotas (son tiempos de pre-Cruzada, finales del siglo X), tenía mucho más encanto que los Doce Pares de Francia hubiesen combatido contra los temidos y odiados sarracenos (no existía "corrección política" entonces) que contra los humildes vascos. Por supuesto, "el Cantar" termina con una victoria absoluta de Carlomagno que vuelve sobre sus pasos y escabecha todo lo escabechable.


Pero fue la imagen de Roldán (Rolando, en algunos textos) soplando agónicamente su cuerno lo que hizo fortuna en la poesía y la pintura de los siguientes siglos. Y esa imagen llega hasta Boromir a través de Tolkien. Tanto Roldan, sobrino del emperador Carlomagno, como Boromir, hijo del Senescal de Gondor, mueren aferrados a su cuerno en el campo de batalla.

Gimli, hijo de Glóin.

- Gandalf -
El nombre de Gandalf lo tomó Tolkien directamente de la Edda Mayor, donde designaba a un enano. Pero la figura de Gandalf, su contenido, no tiene nada que ver con los enanos. Es el Merlín de las leyendas artúricas.

La genealogía de Gandalf tiene un oscuro origen, nada sabemos de sus ancestros ni de sus primeras andanzas, apenas pequeñas referencias a su crianza "en el Oeste", donde era conocido por Olórin, como él mismo indica en "Las Dos Torres": "Muchos son mis nombres en numerosos países ... Mithrandir entre los elfos, Tharkûn para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste que nadie recuerda, Incánus en el Sur, Gandalf en el Norte; al Este nunca voy". Sabemos que era uno de los cinco "Istari" (magos) enviados por los Valar a la Tierra Media para contrarrestar el poder de Sauron, pero no nos queda claro si era o no un "maia". Aunque considerando la igualdad de poder que muestra frente al Balrog de Moria, podría haberlo sido.


Igual o más oscura es la filiación de Merlín, que según algunos textos era hijo de una monja y de un íncubo (demonio en forma de hombre) y que era conocido como Myrddhin y Taliesin en Gales, como Lailoken en Escocia, e incluso (dicen algunos textos) como Cathbad el Druida, en Irlanda.

Ambos, Gandalf y Merlín, pueden conversar con los animales y gustan de vagar por los bosques, al igual que tienen la costumbre de ausentarse súbitamente, ante la alarma de sus amigos y regresar cuando menos se les espera. Ambos son consejeros de Reyes: Merlín, de Vortigern, Uther Pendragon y Arturo; Gandalf, de Aragorn, Theoden y el Senescal de Gondor. Ambos tienen una faceta bélica: Merlín, en su vertiente de druida guerrero; Gandalf, con su espada Glamdring descabezando orcos cuando la ocasión lo requiere.


Sin embargo, dos detalles les distinguen nítidamente: sus "muertes" y su comportamiento frente al sexo femenino. Merlín, ya entrado en años, se enamora de la doncella Viviana (según algunos, la Dama del Lago). Ella se las ingenia para que el mago la instruya en Magia, y cuando está suficientemente instruida, utiliza esa magia para introducir a Merlín en el interior de una roca (o un árbol, según otros textos) de donde no podrá salir jamás. Y "allí" debe permanecer a fecha de hoy, al parecer.

Legolas Hoja Verde

Gandalf, por el contrario, es insensible a los deseos carnales en su calidad semi-divina, y guarda una relación respetuosa y paternal con las mujeres que se cruzan en su camino. Y su "muerte" se produce no una, sino dos veces. La primera, evidentemente, en su lucha con el Balrog (sus últimas palabras: ¡Corred, insensatos!); y tras su "resurrección", la segunda, cuando abandona la Tierra Media para dirigirse a las Tierras Imperecederas. Cierto que esto no es una "muerte" propiamente dicha, sino más bien el paso a una "existencia en otro plano". Pero si a eso vamos, tampoco la "muerte" de Merlín que hemos visto, fue una muerte al uso. Lo cual les emparenta de nuevo.  


La "resurrección" de Gandalf es una particularidad que le entronca con varios dioses y héroes de la Antigüedad. Es una constante en muchos mitos y leyendas, que el héroe (divino o humano) sea vencido (a veces asesinado) por su enemigo, antes de regresar (o resucitar) para obtener la victoria final. Zeus combatiendo al monstruo Tifón; Odín, colgando del Yggdrasil (árbol sagrado) durante siete días y siete noches; o el héroe finlandés Lemminkäinen en el río Tuonela (del "Kalevala"), podrían ilustrarnos sobre el tema.

Por no hablar de las referencias "cristológicas" de la cuestión (Tolkien era católico practicante), jardín en el que prefiero no entrar. Lo que está claro es que esta cuestión de la resurrección del héroe es un trasunto del héroe por antonomasia: El Sol, que todos los días muere para renacer de nuevo.



- Enanos y elfos -
Vamos a ir abreviando, porque veo que me estoy extendiendo demasiado, aparte que los restantes personajes de la Compañía tienen menos "miga" que los tres que llevamos vistos. Ahora no hablaremos de individualidades, sino de "razas".

Tanto enanos como elfos abundan en las narraciones nórdicas y especialmente en la Edda Mayor. De ella tomó Tolkien los nombres de los enanos (Thorin, Dwalin, Balin... etc) que en "El Hobbit", acompañan a Bilbo Bolsón hasta Erebor, la Montaña Solitaria.


Meriadoc Brandigamo, conocido popularmente como "Merry".

Hay diferencias entre los enanos de las Eddas y los de Tolkien, pero les emparentan su "hábitat" (cuevas y construcciones subterráneas) así como su codicia y apego al oro y a las gemas preciosas, detalle que le sirve a Tolkien para establecer parábolas sobre los estragos que puede producir una apetencia desmedida de riquezas.

Los elfos, que en las Eddas pueden a veces adquirir tintes sombríos, son sin embargo en Tolkien un compendio de virtudes: honestos, valientes, amantes de la Sabiduría y de las Artes, de la Música... En algún sitio escribí que (en mi opinión) los elfos son, en la obra tolkieniana, un ejemplo de cómo deberían ser los hombres en la vida real. Sigo pensándolo.


En esa línea de seres superiores, los elfos (Elrond, Galadriel, Celeborn...) aconsejan e instruyen a la Compañía para facilitarles el éxito en su misión. No sólo les aconsejan;  les proveen de alimentos (las famosas "lembas"), vestiduras, armas mágicas...

En cuanto a Gimli y Legolas, que inician la aventura del Anillo odiándose mutuamente en función de la ancestral enemistad entre sus pueblos, terminan, tras pasarlas "canutas" juntos, siendo amigos inseparables. Lo que se me antoja un canto a la amistad entre razas. 


- Los hobbits - 
Aquí no cabe hablar de influencias literarias, los hobbits son una absoluta creación de Tolkien. Alguna pequeña reminiscencia pueden tener de "la gente pequeña" de los cuentos tradicionales, pero a quien representan los hobbits en ESDLA, es al hombre común, a los sencillos campesinos que Tolkien había conocido en los campos y bosques que rodeaban la aldea de Sarehole (próxima a Birmingham) donde su familia se había establecido tras abandonar Sudáfrica. Se ha dicho que en esa región se basó para describir "La Comarca".

Peregrin Tuk, conocido popularmente como "Pippin".

Y también deben mucho los hobbits a los soldados rasos que convivieron con el teniente Tolkien en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. De hecho, la relación entre Sam y Frodo (según Daniel Grotta, biógrafo de Tolkien) está basada en la común entre cualquier oficial británico de la época y su asistente. Sam siempre se dirige a Frodo con el respeto debido a un superior y al mismo tiempo, con el cariño engendrado por años de camaradería.

En cuanto a la palabra "hobbit", Tolkien siempre mantuvo que se le había ocurrido espontáneamente, aunque admitía que de forma subliminal le podía haber influido el título de la obra de Sinclair Lewis, "Babbit". Otra teoría (de Paul Kocher, autor de "Señor de la Tierra Media"), es que la palabra pudo surgir en la mente de Tolkien por asociación (voluntaria o fortuita) con la palabra "hobbe" (= rústico, hombre medio). En cualquier caso, "hobbit" (decía el maestro) no tiene nada que ver con "rabbit" (conejo), aunque ambos vivan bajo tierra. 


Abandonemos "hobbit" como palabra y volvamos a los hobbits como entes. Es otra de las grandezas de ESDLA, que sean precisamente ellos, los hobbits, los habitantes más débiles de la Tierra Media, quienes al final consiguen cumplir la misión: destruir el Anillo Único. Y entre "ellos" adquiere especial importancia el humilde Sam, Samsagaz Gamyi, el jardinero que sólo quería cuidar sus plantas y flores y "todo lo que es verde y crece". El más simple (aparentemente) de los hobbits, es el que con su determinación y valentía, anima y mantiene en pie a Frodo cuando éste flaquea y casi enloquece por el "peso" del Anillo. Más tarde, cuando Frodo cae víctima de Ella-Laraña, será Sam quien haga huir al monstruo y pensando que Frodo ha muerto, se convierta en Portador del Anillo durante algún tiempo. Será Sam quien se introduzca en la Fortaleza de Cirith Ungol para rescatar a Frodo, ahora prisionero de los orcos; y será Sam quien en última instancia, cuando Frodo se derrumba, le cargue sobre sus hombros para cubrir los últimos metros que les separan de la Grieta del Destino.

En definitiva, debe ser ESDLA una de las pocas obras literarias (o tal vez la única), en la que el personaje más sencillo, menos "heroico", menos letrado, de los protagonistas de la trama, es el principal artífice de la victoria definitiva. Aunque al final (como sabemos) también juega el Azar... pero eso no lo vamos a contar aquí.


- Otras influencias literarias o históricas en El Hobbit, ESDLA y El Silmarillion - 
El  nombre "Tierra Media" (Middle Earth) deriva directamente del nórdico antiguo  "Midgard": Tierra del Medio (es decir, la tierra de los hombres), por estar situada bajo "Asgard", el mundo de los dioses, y sobre otros mundos inferiores.

El Anillo Único tiene un claro antecesor en "El Anillo de los Nibelungos", que también otorgaba poder a su portador y llevaba consigo una maldición. Esto es bastante obvio; pero es menos conocido un anillo del que habla Platón en "La República": el anillo de Giges el lidio (no confundir con el rey del mismo nombre), que tenía la particularidad de... ¡conferir la invisibilidad a su portador!

Samsagaz Gamyi, conocido popularmente por "Sam". 

En "El Silmarillion" vemos como Ilúvatar, El Único, creó el mundo y lo llenó de música y armonía con el concurso de los Ainur, que igualmente había creado para que le ayudasen en su Obra. Pero una voz discordante se alzó entre aquéllos, contra Él. Era Melkor, el más poderoso de los Ainur, que intentó hacerse con el Poder tras negar obediencia a Ilúvatar, y vencido, se vio obligado a retirarse a otras regiones. El paralelismo con el relato de Luzbel (o Lucifer) que se rebela contra el Dios de las Escrituras, es manifiesto.

En 1936 Tolkien impartió una conferencia titulada "Beowulf: los monstruos y los críticos" ("Beowulf" es un poema épico anglosajón del siglo VIII). Y en tal poema aparece un ladrón que se introduce en la cueva de un dragón mientras éste duerme y roba una copa de plata. Al despertar el monstruo y constatar el robo, destruye en venganza el pueblo próximo. ¿No estamos viendo a Bilbo en la guarida de Smaug y el posterior ataque de éste a Esgaroth, la Ciudad del Lago?


No podía faltar Shakespeare entre las influencias de un autor británico. El Bardo de Avon nos cuenta en "Macbeth" que la fortaleza de Dunsinane no caería en tanto el bosque de Birnam no avanzase hasta ella. La sorpresa de Macbeth debió ser grande cuando vio al ejército de su enemigo aproximándose, cubiertos los soldados  por ramas de árbol arrancadas del citado bosque, lo que producía la sensación de que realmente el bosque avanzaba. Y naturalmente, Dunsinane cayó. En el reflejo de esta situación en Tolkien vemos que los "ents" (arboles que caminan) atacan Isengard,  la fortaleza de Saruman y la reducen a escombros.     

Más Shakespeare: tambien en "Macbeth" leemos que éste no podía ser muerto por ningún hombre "nacido de mujer"; al final vemos que le mata Macduff, nacido por cesárea. Igualmente al Señor de los Nazgül, el Rey Brujo de Angmar, se le había vaticinado que "ningún hombre viviente" podría hacerle daño. La solución de Tolkien consiste (como sabemos) en echar mano de Eowyn (sobrina del rey Theoden), que no es "ningún hombre viviente", sino una mujer. 


Sobre los hombres de Gondor al mando de Faramir que encuentran Frodo y Sam en Ithilien: Dice Tolkien: "llevaban arcos grandes, casi de la altura de ellos, y grandes carcajs repletos de flechas largas con penachos verdes. Todos ceñían espadas y estaban vestidos de verde y castaño de varias tonalidades...". ¿No evocan en gran manera a los hombres del bosque de Sherwood al mando de Robin Hood? Independientemente de la supuesta historicidad de Robin (Robín de los Bosques en la novelística española), Tolkien conocía sin duda las antiguas baladas que se le dedicaban, así como habría leído el "Ivanhoe" de Walter Scott (1819) donde aparece el famoso arquero.

La Compañía del Anillo formando un bonito cuadro defensivo.

Y ahora una influencia no literaria, sino histórica: la Batalla de los Campos del Pelennor está basada directamente en la batalla de "Los Campos Cataláunicos", tambien llamada "de Chalons" (451). Resumiendo: Tenemos un Reino debilitado (Imperio Romano / Gondor), un pueblo salvaje y bárbaro que avanza desde el Este destruyendo todo a su paso (Hunos / Orcos); su jefe, un ser cruel y despiadado (Atila / Rey Brujo de Angmar) una ciudad asediada por los bárbaros (Orléans / Minas Tirith), un héroe que acude en ayuda de la ciudad sitiada (el Magister Militum Aecio / el Heredero de Isildur, Aragorn), al que ayuda un pueblo semi-bárbaro que también odia a los invasores del Este (Visigodos / Jinetes de Rohan)...   

Por si fueran pocas las similitudes entre ambas batallas, el rey de los visigodos, Teodorico, muere en el transcurso del combate y sin perder un minuto, los guerreros nombran sucesor a su hijo, Turismundo. La equivalencia ya la conocemos: Theoden muere combatiendo con el Nazgul y automáticamente toma el poder el sobrino del rey: Eomer. Y en ambos casos, la batalla contribuye a la supervivencia de la Civilización, como debe ser.  ;)


- Consideraciones finales -
Podríamos hablar de algunas experiencias biográficas del propio Tolkien que también influyeron en su creación, pero eso nos llevaría demasiado lejos y ya me he extendido bastante (demasiado posiblemente). Tal vez otro día...  ;)

Que nadie albergue la idea de que es intención de los párrafos precedentes quitar un ápice de mérito a J.R.R. Tolkien; antes al contrario, creo que conocer (aunque sea someramente) las influencias que le llevaron a crear su epopeya, nos puede hacer valorarla más, porque es evidente que supo hacer "cestos nuevos con mimbres viejos" y extraer del "humus de su mente" los elementos que le sirvieron para dar forma a la que sin duda fue (y es) mejor obra de ficción del siglo XX.



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Las figuras, de Games WorkShop, en 28mm.
Ref. "The Fellowship of the Ring"


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