Basándome en la obra de Augusto Ferrer-Dalmau titulada "La Primera Victoria", y con las figuras que sobre el tema han comercializado los chicos de "1898 Miniaturas", alimento el proyecto de realizar en un plazo medio, un diorama reproduciendo la escena.
Pero viendo que mis circunstancias personales se complican y que el proyecto se va a retrasar, y viendo por otra parte, que llevo tres meses sin publicar nada, lo cual me produce cierto desazón, voy a dejar ahora mismo aquí la primera parte del trabajo, que consiste, como veréis, en las ocho figuras de guerreros visigodos que se integrarán en el diorama.
Y empezamos, como no podía ser de otra manera, con la figura de Don Pelayo.
Aquí arriba vemos un fragmento de la obra de Ferrer-Dalmau, donde podemos apreciar la fidelidad con que "1898 Miniaturas" ha reproducido los detalles del caudillo astur. Por mi parte, al pintar su figura también he utilizado los colores originales empleados por el autor.
El cuadro "La Primera Victoria" representa los momentos finales de la batalla de Covadonga, en 722, que terminó con la derrota de una avanzadilla árabe, y significó el inicio de la resistencia hispana a la invasión musulmana y la recuperación del territorio, que culminaría setecientos setenta años más tarde.
Hay quien niega la existencia de esta batalla (o tal vez escaramuza); pero es innegable que "algo" ocurrió en 722, que marcó el inicio de un proceso. Que ese "algo" lo identifiquemos con Covadonga y 722 o con cualquier otro lugar y fecha próximos, es irrelevante, pero que un evento de cierta importancia tuvo lugar en Asturias en aquellos años, está confirmado, no solo por la tradición visigoda y más tarde hispana, sino por crónicas árabes contemporáneas que hablan de estos "rebeldes asturianos" calificándoles, por cierto, de "asnos salvajes".
También se discute que el proceso iniciado en 722 pueda ser denominado "Reconquista". Ahora bien, démosle el nombre que queramos, pero si España fue absorbida por el mundo musulmán y recuperada metro a metro para la cristiandad a lo largo de varios siglos, culminando en 1492 con la toma de Granada por los Reyes Católicos, ese proceso no deja de ser una "recuperación de lo perdido", por lo que si desechamos el vocablo "Reconquista", habría que acudir a otro semejante, por ejemplo "Recuperación". Parece algo bastante estúpido y superfluo, la tal discusión.
Por otra parte, y aunque realmente la palabra "Reconquista" fue acuñada por la historiografía del siglo XIX, el concepto, la intención de recuperar el territorio perdido en 711 en Guadalete, estaba ya presente en fechas tan tempranas como durante el reinado de Alfonso I de Asturias (739-757), que arrojó a los musulmanes de Galicia y del Norte de Portugal.
Y en el reinado de Alfonso III, denominado "El Magno" (866-910), el concepto (no la palabra) "Reconquista" había sido plenamente asumido, se había llevado la frontera con el Islam hasta las riberas del Arlanzón, se habían recuperado numerosas plazas y se había fundado Burgos ¿Reconquista? Pues claro que sí.
En un futuro más o menos próximo, hablaremos de detalles sobre Covadonga y sobre la figura de Don Pelayo. Eso será cuando consiga (si lo consigo) acabar el diorama en cuestión. Mientras tanto, hablaremos de las miniaturas y del cuadro de Ferrer Dalmau. Empecemos por éste.
- La pintura original -
El cuadro mide dos metros de alto por 1,80 de ancho. Fue encargado al pintor por la familia mejicana García Rivero, de origen asturiano, y se expone actualmente en la oficina de Turismo de Cangas de Onís, primera capital que fue, de Don Pelayo.
La obra, tras haber sido cedida temporalmente por la familia García Rivero al Principado de Asturias, ha sido finalmente donada, por lo que seguirá expuesta indefinidamente en su actual emplazamiento, y no sólo por diez años, como se había acordado en un principio.
Tras la presentación de la obra, se suscitó una polémica generada por quienes niegan la existencia de la batalla, hasta el punto de que la pintura ha debido ser protegida por un cristal para evitar posibles vandalismos.
Ferrer Dalmau terminó "La Primera Victoria" en cuatro meses de trabajo. La pintura refleja los sombríos bosques de Covadonga con la "Cova Longa" al fondo; la "cueva larga", lugar donde según la tradición comenzó la rebelión astur y donde se venera la imagen de la Virgen de Covadonga, conocida como "La Santina" y patrona de Asturias.
En cuanto a la ambientación histórica (vestuario y armamento), el artista se ha asesorado como suele ser habitual en él, por expertos en la historia de la época, entre los que destaca el historiador, escritor y recreacionista Yeyo Balbas.
- Sobre las figuras -
Las miniaturas de "1898" siempre han tenido un acabado muy conseguido y el material empleado es de una gran calidad y admite muy bien la pintura. En esta gama, que la empresa bautiza como "Visigodos", destaca, como vimos antes, la fidelidad con que han seguido el cuadro original.
La gama, en las publicaciones aparecidas hasta ahora, se divide en infantería pesada, infantería ligera y arqueros. Parece que en un futuro aparecerá caballería, pero esta parte del ejército no encaja en mi proyecto.
Sin embargo, hubiese sido interesante que apareciese la figura de un guerrero soplando un cuerno de guerra, tal y como aparece en la pintura original. Una figura así, situada al lado del estandarte, junto a Pelayo, hubiese dotado a la escena que planteo, de un dramatismo épico adicional. Tal vez se comercialice más adelante, pero ya será tarde para mi diorama.
En mi proyecto no aparecerán figuras de musulmanes. Aparte de que "1898" no las ha publicado, en mi reconstrucción partiré de la base, de que las fuerzas árabes, ya diezmadas, han emprendido la fuga. Y los guerreros muertos, tanto de uno como de otro bando, quedarán obviados. Sin embargo, como evidencia de que ahí habían estado poco antes, muchos guerreros musulmanes, situaré en el campo, una bandera islámica derribada y algún escudo. Pueden quedar bien.
Una pega voy a poner a las figuras de "1898". Se trata de que los escudos (no todos, pero sí la mayoría), siendo "de metal", como todas las piezas que comercializa esta casa, presentan (según les dé la luz) una especie de "veta" semejante a la que aparece en figuras de resina impresas en 3D. Parece que hubiesen fabricado los escudos por este sistema y posteriormente, los hubiesen casteado en metal, con lo que la "veta" ha pasado a la pieza final. Y la pintura, aunque disimula el efecto, no llega a hacerlo desaparecer. Y queda "raro". Sería de agradecer que en posteriores lanzamientos se eliminase esta imperfección.
Y nada más de momento. A ver si la "vida real" me da respiro y un poco de tranquilidad y en breve puedo ultimar el diorama, que titularé (si los dioses consienten) "Covadonga, 722", y alguna cosita más... Hasta entonces.
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Como queda comentado, las figuras son de;
"1898 Miniaturas"
Metal, 28mm.
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