Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

La Tierra Media - Enanos en las Puertas de Moria


Empecemos con un poco de ficción "tolkiniana":

Las Minas de Moria fueron excavadas en mitad de la cadena montañosa conocida como "Las Montañas Nubladas" (la cordillera más grande de la Tierra Media) y comunicaban la región de Acebeda (o Eregion) al Oeste, con la de Azanulbizar al Este.


El nombre que los enanos dieron a Moria, fue "Khazad-dûm" (mansión de los enanos). La excavación de las minas comenzó en tiempos de Durin I, a principios de la Primera Edad, y durante generaciones los enanos no cesaron de ampliar galerías, estancias y túneles. 


A finales de esta Edad, con la Gran Batalla (o Batalla de la Cólera) y la destrucción de los Reinos de Nogrod y Belegost, gran número de enanos huyó de Ered Luin (las Montañas Azules) y se refugió en Moria. La población aumentó y la capacidad excavadora de los enanos, también. 


A comienzos de la Segunda Edad, los enanos descubrieron mithril en sus minas lo que les animó a continuar ampliando las galerías, tanto en horizontal como en vertical. Y durante años su actividad fue en aumento; durante esta época mantuvieron un intenso comercio con elfos y humanos.


 Pero en 1980 de la Tercera Edad, "excavaron demasiado hondo" y despertaron al Balrog que yacía en las profundidades desde miles de años atrás. Los enanos intentaron resistir, pero al año siguiente y tras haber perdido dos reyes a manos del Balrog, abandonaron Khazad-Dûm.

A "vista de pájaro".

Alrededor de 2480 Sauron empezó a introducir Orcos y Trolls en Moria. Sin embargo, en 2989 un grupo de enanos dirigidos por Balin intentó reconquistar las Minas. 

Las figuras de los enanos, pintadas; esperando ser integradas en la viñeta. Su vista posterior, será imposible tras la integración.

Tras cinco años de ocupación, fueron atrapados entre el Guardián del Agua en la Puerta Oeste y un ejército de Orcos en la Puerta Este; y en 2994 el grupo de Balin había sido exterminado.

Comienzo la viñeta: los acebos que enmarcan Las Puertas. Construidos con ramitas recogidas en uno de mis románticos paseos por el Parque del Oeste este último Otoño (2015). Las ramitas están unidas con Pasta Das (con la que doy forma al tronco de los árboles) y cola blanca. Una peana de cartón provisional nos ayuda a mantener el invento en pie.

No fue hasta veinticinco años después, en enero de 3019, que la Compañía del Anillo conseguía atravesar Moria y Gandalf mataba al Balrog. No obstante, no hay noticias de que los enanos volviesen nunca a ocupar Khazad-Dûm.

Hasta aquí la ficción, volvamos a la prosaica realidad: 

Los enanos integrados en la peana sobre una base de Pasta Das que imita la orilla. Árboles, raíces, terreno y laguna texturizados con Agua Plast Fibra. Primeras manos de pintura. Escribe Tolkien: "Las grandes raíces se extendían desde la muralla hasta el agua".

En la película "La Comunidad del Anillo", primera parte como sabemos, de la Trilogía dedicada por Peter Jackson a "El Señor de los Anillos", una de las secuencias más emocionantes, es sin duda, el momento en que La Compañía llega ante Las Puertas de Moria.

Las protagonistas de la escena: Las Puertas de Moria. Escaneadas directamente de la ilustración del libro y tratadas con Photoshop. Tras pasar la imagen a "negativo", cambio el color blanco por un azul claro (para simular el "ithildin"), lo realzo, lo modifico a mi gusto variando basas y capiteles de las columnas, lo imprimo, lo pego sobre una tabla, lo retoco a pincel y con más Aguaplast reproduzco la rocosa superficie de la montaña que rodea Las Puertas.

Dicha secuencia, estando plenamente conseguida en cuanto ambientación e interpretación, empalidece al compararla con el texto que le sirve de referencia. En la obra de Tolkien, se producen varios intercambios de frases entre Gandalf, Gimli y Legolas que (por cuestión de metraje, supongo) no pasaron a la cinta. Y se trata de palabras altamente evocadoras. Por ejemplo, cuando la Compañía consigue localizar el lugar en la falda de la montaña, donde debían estar Las Puertas, saben que han llegado a ellas, pero no las ven por ningún lado. Gimli dice entonces:

"Las Puertas de los Enanos no se hicieron para ser vistas cuando están cerradas".

Las Puertas, ensambladas sobre la peana principal. Pinto los puntitos luminosos que pretenden dar la impresión de que las Puertas irradian luz... unas cuantas manos más de pintura, dos mil pinceles secos... adicción de matojillos, hierbajos, musgos...

Tras un buen rato investigando la pared de la montaña (Gandalf observando, Legolas escuchando, Gimli dando hachazos...) no es hasta que comienza a anochecer, que con la luz de la luna y las estrellas se hace visible sobre un tramo de la montaña un dibujo que señala claramente Las Puertas. Pero no parece haber forma humana de abrirlas; el grabado contiene una inscripción que en una primera interpretación, hace pensar al mago que es necesaria una palabra secreta, una contraseña, para que se abran.  Mientras Gandalf prueba sin éxito varias palabras, dirige al resto de la Compañía breves explicaciones sobre la  historia de Moria, y entre otras cosas, dice (refiriéndose a Las Puertas):

"En los tiempo de Durin no eran secretas. Estaban de ordinario abiertas, y los guardias vigilaban aquí". 

...y hale, hop! La "cosa" terminada.

Estas últimas palabras "y los guardias vigilaban aquí", despertaron mi imaginación  la primera vez que leí "El Señor de los Anillos" (hará ya cuarenta años). Y en mi mente vi a los guardias enanos vigilando ante Las Puertas, junto a la siniestra laguna que se extendía frente a ellas.

Pero no ha sido hasta hace poco, que se me antojó recrear la escena. Y ahí está. Me quedo muy a gusto. :)

¡Loor siempre a J.R.R. Tolkien!


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Las figuras de los enanos, son de "Grenadier Miniatures"
(Gracias a Lord Borjado, de La Armada, por el dato)


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