Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

El ejército sasánida bajo Cosroes I - Primera parte


El Imperio Sasánida sucedió en el ámbito iranio al de los Partos Arsácidas a partir de 224 (todas las fechas son después de Cristo), cuando una rebelión liderada por Ardashir venció al último rey parto, Artabán IV. En 227 los sasánidas conquistaban Ctesifonte, capital de los partos que hacían  suya.

Los sasánidas trataron de resucitar los viejos días de gloria de los persas aqueménidas (Darío, Jerjes...), y frente a la helenización de costumbres asumida por  los partos, así como a la tolerancia religiosa que éstos habían mantenido con judíos y cristianos, impusieron las tradiciones puramente persas y una vuelta a las viejas religiones iranias: Mitraísmo y Zoroastrismo, culto al Fuego...

Grupo de mando de la infantería regular. Los oficiales solían vestir prendas de llamativos colores: rojos, violetas, turquesas, 
amarillos... La enseña que luce el abanderado era la más común según la iconografía que nos ha llegado; aunque existían 
también complicados estandartes con emblemas simbólicos. 

El nombre de "sasánidas" procede de un tal "Sasán", antiguo noble persa de estirpe aqueménida del que Ardashir pretendía descender. Ardashir es una variación del nombre de Artajerjes; y la adopción de tal nombre indicaba claramente una declaración de intenciones. Artajerjes fue uno de los grandes reyes persas de los días de las Guerras Médicas (las que mantuvieron durante años las ciudades griegas ante los intentos de expansión persa hacia territorios europeos).  

Al término del reinado de Ardashir (241) el Imperio Sasánida comprendía desde la Sogdiana al norte, hasta zonas de Arabia al sur; y desde el valle del Indo al Este hasta Siria (provincia romana) al Oeste. En años sucesivos y hasta el fin de la dinastía, estos dominios variaron constantemente de tamaño, a veces disminuyendo, a veces aumentando, debido a los enfrentamientos con romanos y bizantinos por un lado y a los ataques de hunos heftalitas, kushan, turcos e hindúes por el otro.

Detalle de una unidad de infantería regular. Los tonos de su vestimenta eran más apagados que el de sus superiores: 
terrosos, cremas, grisáceos, verdosos... Su gran escudo (derivado del "spara" aqueménida) les servía para formar
 una "muralla" defensiva tras la que disparaban los arqueros. 

Precisamente el enfrentamiento de los sasánidas con Bizancio, es lo que me ha llevado a pintar el presente ejército, que se enfrentará antes o después a "mi" ejército bizantino. Publico en este post las fuerzas de infantería, dejando para otro momento la parte principal del ejército persa-sasánida: la caballería (y los elefantes).

En este caso, la partición del ejército en dos publicaciones se debe, no al tedio que me invade al pintar ejércitos de muchas peanas (lo que me lleva a cambiar de ambiente y escala antes de terminarlos para retomarlos después), sino al hecho de que no encuentro figuras en 15mm que me terminen de convencer para representar a los catafractos. Al final, me temo que deberán ser figuras de Essex (como casi siempre), las que me saquen del atolladero. Mientras tanto, sigo buscando.


Estos soldados sin paga, reclutados entre las clases más bajas de la sociedad irania, eran considerados  lo que hoy 
denominaríamos "carne de cañón", y (con excepción de sus oficiales) tenían escaso valor combativo. 
Si creemos a Robert Greaves, bastaba ponerles una flauta en las manos y tendrían menos aspecto 
de soldados que de "encantadores de serpientes".   

Y como de la infantería sasánida hay poco que decir (no así de la caballería) basta con las explicaciones a pie de foto. Sin embargo, voy a extenderme (no mucho) con los hechos de uno de los reyes más poderosos que tuvieron los persas sasánidas: Cosroes I el Grande.

He titulado el post "El ejército sasánida bajo Cosroes I", aunque en realidad, este ejército podría usarse para un período más amplio. La razón de prestar especial atención a Cosroes I es simplemente que su reinado coincide en el tiempo (34 años) con el de Justiniano. Y como he dicho antes, es con el ejército de este emperador bizantino, con el que se enfrentarán "mis" sasánidas.


Los reyes aqueménidas emplearon en sus campañas ingentes masas de este tipo de combatientes, con lo que su particularidad
 más peligrosa era el número. Si las cosas iban mal, eran los primeros en salir corriendo y se ha dicho que la única batalla
 en que (perdiendo) se quedaron hasta el final fue la ocasión en que su general mandó encadenarlos por los tobillos 
(Phil Barker).

Cosroes I reinó sobre el Imperio de los persas de 531 a 579. Sucedió a su padre, Cabades, y heredó junto con el reino la eterna pugna con Occidente. Si los aqueménidas habían chocado con los griegos, y los partos con Roma, los sasánidas lo harían con Roma primero y con Bizancio después. Siria, Armenia y Asia Menor serían especiales motivos de discusión entre ambas potencias.

En 530, un año antes de la subida al trono de Cosroes, Bizancio había obtenido de la mano del general Belisario la victoria de Daras. En 531 era Cosroes quien conseguía vencer a Belisario en Calínico, aún a costa de grandes pérdidas. En 532 se firmaba entre ambas partes la llamada "Paz Eterna". Las condiciones incluían un generoso tributo anual que Justiniano pagaría gustoso a cambio de tener las manos libres en Occidente.


Arqueros. Muchos de ellos mercenarios. Estaban considerados élite. Solían disparar
desde detrás de los infantes, como se puede apreciar en la última foto.

La "Paz Eterna" fue más bien efímera. Porque en 540, conocedor Cosroes de los problemas que justiniano estaba teniendo en Italia con los ostrogodos, sitió Antioquía y pidió media tonelada de oro por retirarse. Ante el rechazo de su oferta, la ciudad fue tomada y saqueada. Y Cosroes continuó su avance hacia el Mediterráneo.

Belisario fue enviado de nuevo a Oriente, donde entre los años 541 y 542 se produjeron enfrentamientos que no condujeron a nada positivo para ninguna de las partes. Belisario fue llamado a Constantinopla y en 545 Justiniano llegó a un acuerdo (un tanto vergonzoso) con Cosroes: a cambio de 5.000 libras de oro los sasánidas no atacarían territorio romano. Ambas potencias estaban exhaustas y en Persia se había declarado un brote de peste.


Para combatirlos en el campo de batalla, romanos y bizantinos desarrollaron la táctica de cargar contra ellos 
(y las tropas que les protegían) a la carrera, para minimizar el tiempo durante el que estaban expuestos a sus 
tiros. Pero en asedios (en los que el período fue pródigo), su buen entrenamiento les hacía muy peligrosos.

El acuerdo fue renovado en 551 y 557. Y en 561 se firmaba la paz a cambio del pago de un tributo anual por parte de Bizancio. En 565, muerto Justiniano, su sucesor Justino II (566-578) interrumpió los pagos a Cosroes aprovechando la revuelta que contra éste se había levantado en Armenia. Aunque también se dice ("todo es según el color del cristal...) que si Justino dejó de pagar el tributo fue precisamente por el ataque de Cosroes a los armenios, protegidos de Bizancio.

En 572 se iniciaban de nuevo las hostilidades. Un ejército bizantino era enviado a Armenia y los persas invadían Siria, donde conquistaban Apamea y Daras mientras los bizantinos obtenían victorias en Armenia. La situación se enquistaba y en 574 se firmó una tregua por un año.

Honderos mercenarios. Excelentes hostigadores; eran utilizados también para proteger a los elefantes.

En 575, los bizantinos alcanzaron una gran victoria en la batalla de Melitene, junto al Éufrates, que obligó a Cosroes a replegarse a sus bases. Y con la situación tan estancada (con Bizancio) como al principio de su reinado, Cosroes moría en 579 sucediéndole su hijo Ormuz IV (579-590). Éste continuaría la que hemos denominado "pugna eterna", con el nuevo emperador bizantino, Tiberio II Constantino (578-582). Lo peor es que a fecha de hoy (enero 2017) tal pugna dista mucho de haber concluido. Me parece. 

Lanzadores de jabalina. Procedían en su mayor parte de levas reclutadas entre tribus esteparias tributarias de los sasánidas. 

Cosroes I fue un buen gobernante, muy positivo para su pueblo; y aunque intrigante  nato en su política exterior, en la interior introdujo reformas que favorecieron a las clases humildes: un nuevo sistema fiscal, extensión de la educación a todas las clases sociales, dotación económica a las jóvenes pobres para facilitarles el matrimonio...

En el ámbito de la Cultura, protegió las Artes y las Ciencias. Ordenó la traducción al persa de obras griegas e hindúes. Y cuando en 529 el emperador Justiniano clausuró la Academia de Atenas por considerarla un foco de paganismo, Cosroes acogió en Ctesifonte a los sabios y filósofos expulsados. 

Arqueros de las levas.

En lo militar, Cosroes I modificó el ejército centralizando los mandos y disminuyendo el poder de los grandes señores iranios. Organizó nuevas formas de reclutamiento que facilitaron la movilización de masas de campesinos. Dividió sus tropas en cuatro grandes partes situándolas en los cuatro puntos cardinales del reino y colocando al mando a hombres de su confianza que le mantenían informado en todo momento de cualquier amenaza exterior. 

Hacía tiempo que no publicaba una foto de figuras de 15mm junto a algún elemento
 que permita (a quienes no estén familiarizados con esta escala)
 apreciar su tamaño. Aquí queda ésta.

Al morir Cosroes, los dominios persas, si bien por el Oeste continuaban prácticamente en los mismos límites que había heredado, por el Este se habían expandido hacia el Indo y el Mar Rojo, donde había conseguido detener los avances de  hunos heftalitas, turcos, kushan, hindúes... La Historia le conoce como "Cosroes el Grande" y su pueblo le apodó Anushirvan, "el justo". 

La infantería sasánida al completo. 15 peanas. No son muchas; ahora bien, considerando que añadiré no tardando 
mucho otras tantas (o más) entre caballería y elefantes, "mi" ejército sasánida contará con un
 número de peanas que pondrá las cosas muy difíciles a los bizantinos.

Hasta aquí, Cosroes I y su infantería. Cuando publique la segunda parte de este post, hablaremos de  elefantes, catafractos y clibanarios, y también del final del Segundo Imperio Persa o Imperio Sasánida ante el empuje musulmán.



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Las figuras, de "Essex Miniatures", en 15mm.
Ref. Ancient: Sassanid Persian