Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Enemigos de Roma - El Ejército Samnita


En este post vamos a hablar de los samnitas; uno de los principales enemigos que enfrentó Roma en los primeros tiempos de la República; pero antes, y dado que éste va a ser el primer post de una de mis tandas de publicaciones, voy a dejar constancia de varias  reflexiones y propósitos para el futuro.

Y es que veo que se nos va acabando 2018 y no me resigno a que las únicas entradas que haya hecho durante este año hayan sido las publicadas entre abril y mayo pasados. Por tanto, interrumpo el proceso de pintura y publico una "tanda" de seis posts con las figuras que tengo acabadas hasta el momento.



Porque ocurre que tengo unos cuantos proyectos a medio terminar, debido a varios pedidos de figuras pendientes que no me acaban de llegar. Y por otra parte, en algún caso, debido también a ese pensamiento puñetero que nos surge cuando tienes prácticamente acabado un ejército o un grupo de figuras, y que consiste en: "¿y si añadiese unos...?" o "¿por qué no completo con un...? Y entonces, haces un nuevo pedido y... es el cuento de nunca acabar.  ;)

En cualquier caso, de cara al futuro me planteo hacer publicaciones con más frecuencia (seguirán siendo "tandas", pero menos numerosas) así como no empezar a pintar nada en tanto no tenga en mano las figuras suficientes para ejércitos o grupos completos. El blog ha cumplido el 11 de noviembre pasado los siete añitos, y al igual que en una escala humana, cumplir los siete años significa el momento de adquirir el "uso de razón", para un blog puede ser un buena ocasión para replantearse funcionamientos.

Ahora sí: vamos con los samnitas.



El Samnio, la tierra originaria de los samnitas, ocupaba la región montañosa de Italia que lindaba con el Piceno, el Lacio, la Campania, la Lucania, la Apulia y el Adriático. Pero siendo los samnitas un pueblo belicoso y expansionista no tardaron en trascender esos límites.

Tras la caída del poder etrusco en el sur (a manos de los griegos), las tribus samnitas habían comenzado a extenderse desde su solar patrio por las llanuras de la costa, y a finales del siglo V aC (1), su avance era imparable. En 423 conquistaban Capua, colonia etrusca, en 421, Cumas, ciudad griega. Posteriormente ocupaban Apulia.

(1) Todas las fechas serán "aC" = "antes de Cristo".-

A mediados del siglo IV, los samnitas dominaban prácticamente el centro oriental de Italia. Al sur, únicamente quedaban al margen de su poder las ciudades griegas que formaban la Magna Grecia. Cuando se formó la Liga Samnita, incorporando la Campania, el asunto preocupó seriamente a los romanos.


Por su parte, Roma, en 396 había tomado y arrasado a su sempiterna enemiga, la ciudad etrusca de Veyes; en 389 había derrotado a los volscos del sur y en 367 había frenado el empuje de los celtas galos, que unos años antes (en 390) habían tomado Roma y la habían sometido a tributo. En 354 los romanos se hacían dueños indiscutibles de la Liga Latina y por esas mismas fechas, conseguían que la zona sur del territorio de los etruscos, aceptase su dominación. Numerosas ciudades les rendían tributo y estaban obligadas a contribuir con hombres al ejército romano (las "legiones aliadas"). 

En ese momento había cuatro grandes potencias en Italia: Roma controlaba el centro-occidental, al norte dominaban los celtas, en el centro-oriental, los samnitas y al extremo sur, los griegos.


La Campania se había convertido en objeto de deseo tanto para samnitas como para romanos. Los primeros habían incorporado numerosas ciudades campanias a su Liga Samnita, pero no todas los campanos estaban de acuerdo con esa alianza, así que la ciudad de Capua, en pleno corazón de la Campania, se rebeló contra el Samnio y fue vencida en batalla. Ante la derrota, los capuanos llamaron en su ayuda a Roma, que no esperaba otra cosa...

Primera Guerra Samnita (343-341) 
En 343 las legiones romanas entraron en la Campania y tras dos años de combates, lograban expulsar a los samnitas. No fue una victoria tajante, porque aunque Roma imponía su preeminencia en la mayor parte de la región y conservaba Capua, también se reconocía el derecho de los samnitas sobre otras partes de Campania. Pero Roma tenía problemas con sus aliados latinos y necesitaba tener las manos libres.



La rebelión de los latinos se había ido gestando durante los últimos tiempos de la guerra samnita; habían sido obligados a participar en una guerra que no les atañía directamente, querían sacudirse el yugo romano, y pensando que éstos estarían ocupados combatiendo en Campania, en 340 se sublevaron abiertamente. Fue la Segunda Guerra Latina que se extendió entre 340 y 338 (la primera se había producido un siglo y medio antes y no afectó a los samnitas).


Un particularidad de esta Guerra Latina, fue que en ella, los samnitas apoyaron a Roma, mientras los latinos se aliaban a volscos y campanos, descontentos éstos últimos por haber sido entregados a los samnitas. Las ciudades latinas fueron tomadas una por una por las legiones y sus aliados, y al final del 338 el Lacio estaba sometido en su totalidad.

Segunda Guerra Samnita (326-304)
Durante los quince años que mediaron entre el fin de la Primera Guerra Samnita y el inicio de la Segunda, las dos potencias estuvieron ocupadas: los romanos  forzando a los galos a retirarse hacia el norte y dominando a los volscos; por su parte, los samnitas procuraban abrirse camino hacia el sur, en perjuicio de los griegos de la Magna Grecia.  


El "casus belli" fue doble en esta ocasión. Por un lado, en 328 los romanos fundaron una colonia en Fregellae, junto a la frontera samnita, lo que ofendió a éstos. Por otro, los samnitas enviaron una guarnición a la ciudad griega de Neápolis (hoy Nápoles), cosa que los romanos no iban a tolerar.

Pasaron dos años durante los cuales la situación se fue tensando entre Roma y el Samnio, al tiempo que ambos buscaban aliados entre sus vecinos. Los romanos serían apoyados por apulios y lucanos; los samnitas, por los etruscos.


Y en 327, con la invasión del Samnio por las legiones, comenzaba la guerra abierta. El episodio más conocido de este conflicto fue el de "Las Horcas Caudinas": en 321 un ejército romano fue emboscado al entrar en el desfiladero de ese nombre y encontrarse la salida cerrada por rocas y árboles cortados. Al dar media vuelta, vieron que el mismo camino por donde habían entrado estaba ahora también obstruido. Mientras tanto, los samnitas ocupaban las alturas del desfiladero.

Los samnitas pudieron haber destruido completamente a las legiones copadas, pero optaron por retener a 600 rehenes y dejar marchar al resto del ejército tras imponerles una vergonzosa rendición, que consistió en hacer pasar a los romanos desarmados y uno por uno, bajo una lanza horizontal situada a baja altura sujeta por otras dos lanzas verticales clavadas en el suelo. Equivalía a arrodillarse ante sus enemigos; mientras tanto, el ejército samnita se burlaba de ellos. 

   
Condición para dejar marchar de Las Horcas Caudinas a la mayor parte del ejército y a los cónsules, fue que éstos se comprometían a mediar ante el Senado y obtener una paz beneficiosa para los samnitas. Pero el Senado se incendió con la noticia de lo sucedido y se indignó con las condiciones pretendidas. La guerra continuaría aún 17 sangrientos años. Los 600 rehenes fueron ejecutados. Roma no olvidaría la afrenta.

En 308, los etruscos, tras fuertes derrotas, abandonaban la lucha. El Samnio quedó solo frente a Roma y pese a sus anteriores victorias, no pudo evitar que el avance romano llegase en 305 hasta su misma capital, Bovianum (hoy Bojano), que fue tomada. En 304 se firmó la paz: los samnitas renunciaban a toda acción en Campania, aunque conservaban su fuerza en el Samnio.

Tercera Guerra Samnita (298-290)
Solo seis años después de terminar la anterior guerra, una delegación lucana acudió a Roma para quejarse de que los samnitas estaban violando los tratados e invadiendo su territorio. Las legiones acudieron una vez más al Samnio y comenzó la Tercera Guerra. Esta vez, los samnitas formaron una alianza con los celtas, los umbros y los etruscos, decididos todos a acabar con Roma. Pero los dioses de la guerra sonreirían una vez más a la ciudad del Tíber.


En 295 los samnitas se dirigieron al norte, para unirse a sus aliados y enfrentar a los romanos. La gran  batalla se libró en Sentinum, en 295. Samnitas, umbros y celtas resistieron firmemente un tiempo, pero los etruscos se retiraron del combate cuando les llegaron noticias de que una parte del ejército romano había sido enviado a devastar Etruria. Al final, samnitas y umbros fueron puestos en desbandada y los celtas prácticamente barridos.

En 294 los etruscos firmaban la paz por separado; los samnitas quedaban una vez más, solos en la lucha. En 293 eran vencidos en Aquilonia y en 290, agotados, pedían la paz. Aunque mantuvieron su independencia tuvieron que firmar condiciones muy duras. Entre otras: no podrían hacer la guerra sino al mando de generales romanos y estarían obligados a nutrir de hombres a las legiones.


Tras las Guerras Samnitas
No obstante haber sido derrotados completamente, la mayor parte de los samnitas siempre estuvieron dispuestos a unirse a los enemigos de Roma. Lo demostraron cuando apoyaron la invasión de Pirro del Epiro (280-275) en el sur de Italia, así como aliándose a los cartagineses de Aníbal durante la segunda Guerra Púnica (218-201); aunque habría que destacar que la tribu samnita de los pentros siguió fiel a los romanos.

La última ocasión en que los samnitas se rebelaron contra los romanos fue en el transcurso de la Guerra Social (90-88), cuando los pueblos itálicos aliados de Roma (socii)  pretendieron obtener la ciudadanía romana por la fuerza. Tras dos años de guerra, Roma hizo concesiones y facilitó (aunque con condiciones) la obtención de la ciudadanía a los aliados. Pero entre los samnitas aún quedaban focos de descontento y rebelión. Por lo que en el año 82, Lucio Cornelio Sila destruyó el ejército y el poderío samnita de una vez por todas en la batalla de Puerta Colina. Los prisioneros fueron ejecutados y sus cuerpos arrojados al Tíber.

El Samnio perteneció a Roma ya para siempre.


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El armamento samnita
Los cascos más usados fueron una evolución del yelmo ático griego, con carrilleras y la adición de tubos metálicos para portar plumas. Este detalle de las plumas como decoración de los cascos fue común entre muchos pueblos itálicos, aunque también abundaban las cimeras de crin de caballo, o la conjunción de los dos elementos, como muestran algunas de nuestras figuras.

El arma defensiva más característica de los samnitas fue sin duda, la armadura tri-lobular, también conocida como "de tres discos"; evolución de los petos redondos o rectangulares etruscos, protegía el torso tanto por su parte frontal como dorsal, como podemos apreciar en las fotos segunda (primera figura por la izquierda) y tercera.


Los escudos podían tener formas tanto redondas como ovaladas y algunos modelos (nuestras figuras no los llevan) podían ser rectangulares con los ángulos redondeados. Al contrario que otros pueblos de Italia, como los etruscos, que pintaban en sus escudos animales, objetos o monstruos (seguramente por influencia griega), los samnitas preferían decorarlos con motivos geométricos. Lanzas y espadas solían ser de típicos modelos italianos. Y es interesante reseñar (aunque a título de posibilidad), que el famoso "pilum" que usaron las legiones romanas pudo ser una creación samnita.


La caballería tuvo un papel principal en los ejércitos del Samnio. Desde el momento en que en su expansión, dominaron las llanuras de Campania, crearon y perfeccionaron  una magnífica caballería de la que posteriormente harían uso los ejércitos romanos. Sabido es que ante la escasez de caballos y jinetes de Roma, sus aliados estaban obligados, además de a facilitar hombres para las "legiones aliadas", a proveer el triple número de caballos de los que acompañaban generalmente a las legiones romanas. Podemos suponer, que unos mil jinetes por año debían ponerse al servicio de Roma. Los jinetes samnitas, por lo que podemos ver en pinturas de tumbas y estatuillas que nos han llegado, no portaban escudo. 


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He pintado este ejército samnita, con la idea de usarlo como aliado de Roma en los tiempos de las Guerras Púnicas, porque aunque durante este conflicto muchas tribus apoyaron a Aníbal, otras continuaron fieles a los romanos. Obviamente, también puede servirme para reproducir algún episodio de las Guerras Samnitas.


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Las figuras son:

Infantería y Caballería, de
Old Glory Miniatures, 15mm.
Ref. Italian City States

Los psiloi, de
Essex Miniatures, 15mm.


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