Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Dos dragones, tres guerreros y una serendipia


25 de marzo de 2020. Duodécimo día de encierro casero. Y el puñetero Covid19 ya se ha llevado la vida de 18.700 personas. Muchas más de las que pudo soñar con devorar cualquier dragón de los antiguos mitos y leyendas.


Lo bueno que tenían los dragones, considerados como amenaza, es que los veías "venir de lejos". Eran grandes, eran brutos, y no se escondían en las ranuras de un cajero automático o en el envoltorio de un paquete de mortadela. Y viéndolos venir, era fácil ponerse a buen recaudo y evitarlos.


Luego estaban los dragones que no salían de su cueva más que de vez en cuando (como nosotros ahora), para comerse una o dos ovejas. Así que cuando algún noble o aventurero abandonaba su castillo o ciudad para dirigirse a la Cueva del Dragón, ya sabía a lo que se exponía.


Ahora, sin embargo, puedes encontrar un enemigo mucho más mortal que un dragón en cualquier lugar y de la manera más tonta. Mucho más mortal, pero también mucho más pequeño; invisible vamos, y por tanto más peligroso. Lo que nos lleva a corroborar el viejo dicho: "no hay enemigo pequeño".


Pero en fin, dejémonos de virus, por el momento, y hablemos de miniaturas. He titulado este post "Dos Dragones, tres guerreros y una serendipia"; y lo he hecho porque las figuras que lo ilustran están encontradas por pura "serendipia".


"Serendipia" es una palabra que sólo últimamente se está popularizando (aunque fue acuñada ya en el siglo XVIII). Y básicamente significa "encontrar algo cuando se busca otra cosa". La diferencia con el más común término de "casualidad" , es que la casualidad de produce, como su nombre indica, "casualmente", asi, por las buenas... sin estar previamente buscando algo concreto.


El caso más famoso mundialmente de "serendipia", fue el "Descubrimiento de América". Como sabemos, aquellos buenos hombres buscaban la manera de llegar a las Indias por el Oeste, y se encontraron por el camino con mayas, aztecas y demás amerindios... por pura serendipia.


En cualquier caso, la palabra y su contenido ilustran totalmente mi hallazgo de estas figuras. Estaba buscando en "la montaña de plomo", miniaturas apropiadas para terminar la entrada sobre la batalla de Pidna (que habréis visto en el anterior post), y de pronto, en un rincón del cajón, revueltos con un montón de viejas minis a medio pintar, bolsitas de Essex, restos de escenografía y cachivaches varios, aparecieron  estos dos dragones, y bajo ellos, tres guerrerillos de 15mm.


Y como uno de los proyectos (a largo plazo y si el Covid19 lo permite), que tengo pendientes es precisamente la realización de un grupo de aventureros y monstruos en 15mm, me venía muy bien el hallazgo para ir dando forma al asunto. Empecé con esta figura (arriba) que he bautizado como "Dragón de Fuego", y que procede en origen, de una colección de dragones (sin pintar) que salió en los kioskos hace bastantes años.


Y continué con este otro, que obviamente denomino "Dragón Azul". Recuerdo vagamente haber adquirido la figura en una pequeña tienda, ahora desaparecida, que se encontraba en las inmediaciones de la boca de metro de "Iglesia", hace más de treinta años. Lo que no recuerdo es la marca.


Si alguien reconoce al fabricante y me lo indica, se lo agradeceré públicamente aquí. Procuro, en reconocimiento a los fabricantes de minis, primer motor de esta afición, dar su nombre en mis posts. Como digo siempre en estos casos: "Al César lo que es del César". 


La figura está modelada en una pose de lo más sugerente: agazapada, presta para saltar sobre su víctima... y la expresión de "astuta maldad" que el escultor ha sabido imprimirle, me parece muy conseguida.


Los tres guerreros podrían ser de "Donington Miniatures", pero no lo aseguro. Proceden también, de las primeras adquisiciones de miniaturas que realicé "in illo tempore". Pinté a varios de sus compañeros (que no sé a dónde fueron a parar posteriormente) en un primer intento de dar forma a un ejército de la Guerra de los Cien Años. Estos tres habían "escapado" hasta ahora a mis pinceles.


Foto para dimensionar explícitamente la escala de 15mm.


Aquí vemos el heroico enfrentamiento de los guerreros con "La Bestia del Reino". 


Y otro enfrentamiento, más heroico aún... sí; porque aquí, este buen caballero está "Solo ante el Peligro". Ejem... no puedo evitar hacer referencias cinéfilas de vez en cuando, disculpen vuesas mercedes.  ;) 

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Pero ya que hemos hablado de cinefilia, y de la descacharrante "La Bestia del Reino", dirigida por el "Monty Python" Terry Gilliam y protagonizada por su compañero Michael Palin en 1977, aprovechemos para rememorar otros títulos en los que la figura del dragón fue protagonista. O co-protagonista.

 "El Dragón del Lago de Fuego", originalmente "Dragonslayer" (Asesino de dragones). Dirigida por Matthew Robbins en 1981 y protagonizada por Peter MacNicol y Caitlin Clarke; es una sencilla aventura de Fantasía, especie de cuento de hadas sin mayor trascendencia, que se pegó un batacazo de crítica y público. Pero es innegable que el monstruo en cuestión, fue una de las más logradas imágenes de dragón antes de los días de los efectos cibernéticos.



"El Vuelo de los Dragones", una película en dibujos animados, dirigida en 1982 por Jules Bass y Arthur Rankin Jr. (los mismos que hicieron en 1977 la primera adaptación al cine de "El Hobbit"). En "El Vuelo de los Dragones" vemos la controversia entre el mundo de la Fantasía y el de la Ciencia, para llegar a la conclusión de que no puede existir la una sin la otra. Encantadora película que, aunque dirigida a un público infantil, puede hacer las delicias de cualquier aficionado a la Fantasía.

"Dragonheart", dirigida por Rob Cohen en 1996 y protagonizada por Dennis Quaid. Con los estertores del cine de "Espada y Brujería" (que había tenido su Edad de Oro en la década anterior), y la llegada de la corrección política, tenía que venir una película en la que "el dragón" fuese el bueno... y esa fue "Dragonheart", que además fue una de las primeras películas en las que el monstruo estaba realizado enteramente por ordenador. Y les quedó bastante convincente... al año siguiente llegaría Steven Spielberg... y ya todo fue posible.

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No afirmo que los títulos comentados sean "los mejores" de su género, ni mucho menos; afirmo que son películas que me entretuvieron gratamente en algún momento, hace años; y por tanto es posible que puedan también entretener a quien las visione a fecha de hoy.

Y basta de dragones por ahora... otro día más; se lo merecen.   ;)    


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