Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Escenografía - Templo en ruinas y árboles varios


Veintitrés de marzo de 2020; décimo día de encierro casero. Anoto el año porque aunque ahora mismo es manifiesto para todos, si alguien lee estas líneas pasados unos años (y esperemos que quede alguien para hacerlo), no tendrá muy clara, seguramente, la cronología de los tristes sucesos que estamos viviendo.

Décimo día de encierro, decía... y los que quedan, porque aunque en principio se habló de "una quincena de aislamiento", antes de que termine ésta, ya se ha decretado una prórroga hasta el 12 de abril. Y quieran los dioses que acabe ahí la cuestión; pero me extrañaría, porque hasta tal fecha y contando desde el pasado 14 de marzo, serían treinta días. Y en mi opinión, el tema se ampliará hasta la clásica "cuarentena". Por lo menos.



Y pasar treinta, cuarenta o cincuenta días encerrados, es duro. Aún cuando podamos hacer pequeñas escapadas al Super o a la farmacia más próxima (de momento), es duro. No poder desplazarse a visitar familiares, es duro. No poder quedar con los amigos para tomar unas copas, es duro. Y tantas otras cosas... entre las que destaca no poder ir a un tanatorio o a un hospital para decirle adiós por última vez a un ser querido. Mientras tanto, algunos hombres públicos que deberían dar ejemplo, incluso después de haber sido sometidos a cuarentena sanitaria (de las de verdad), andan por ahí tan contentos y posiblemente, extendiendo la infección.

Echo un vistazo a Internet y compruebo que hasta ahora, el puñetero Covid19 se ha llevado por delante a 14.000 personas en 177 países, que los infectados pasan de 330.000. Y que en algunos países, el nuestro entre ellos, la epidemia no ha alcanzado aún "el pico". No puedo evitar que venga a mi memoria la Peste Negra que asoló Europa y partes de África y Asia durante el siglo XIV... no fue la primera epidemia devastadora, ni sería la última; pero sí fue la más mortífera: en Europa se llevó por delante una tercera parte de la población. 



Y me asaltan imágenes provocadas por lecturas hechas hace mucho tiempo sobre el tema. Imágenes en las que veo las "carretas de la muerte" atestadas de cadáveres, atravesando las medievales calles empedradas, camino de un descampado donde incinerarlos; veo al populacho incendiando los domicilios de los infectados... Y a veces, en sueños, veo a los "doctores de la peste" venecianos, los del rebrote de la epidemia en 1575, con sus máscaras de pico de cuervo, sus extraños lentes y sus vestiduras talares, subir en siniestra procesión por el camino que conduce hasta mi casa... por suerte, suelo despertarme antes de que lleguen.  ;)

Afortunadamente, los tiempos han cambiado y ahora todo es más limpio y más "edulcorado". Ahora vivimos la Edad de Oro de las Comunicaciones, la Era de Internet y de los mensajes por WhatsApp, lo que nos permite estar comunicados, informados y en contacto (virtual al menos) con los seres queridos. Esta situación hace veinte o treinta años hubiese sido aún más dura.

Pero la gente se muere igual.

Y en el intermedio, la Economía se hunde, la producción baja, las reducciones de plantilla suben... se avecina una crisis mundial de aterradoras proporciones... pero no debemos dejarnos aterrar. Se trata de hacer acopio de moral, respirar hondo y hacer lo mejor que podamos tanto para sobrevivir, como para que sobrevivan los demás.



Creo que superaremos esta situación (o que al menos la superarán muchos de nosotros), pero también creo que tanto a nivel mundial como nacional, la sociedad superviviente no será la misma que antes de la pandemia. Espero que nos transformemos en una sociedad más culta, más prudente, más solidaria, y sobre todo, en una sociedad que sepa elegir a sus representantes por su talla moral y no por lo que prometan; por su capacidad de construir y no de destruir; por su ánimo de unir y no de enfrentar... una sociedad, en definitiva, donde la LIBERTAD (así, con mayúsculas), sea una realidad para todos, y no sólo una palabra hueca en boca de políticos oportunistas.

Esperemos que respetando los períodos de aislamiento que vayan surgiendo, pase el tiempo suficiente para que algún cerebro privilegiado, en algún lugar del mundo, dé con una solución. Mientras tanto, "quédate en casa".

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Y aquí estamos, en casa. Y mira, es una suerte (también) tener aficiones que se puedan desarrollar bajo techo domiciliario. Porque ahora mismo, tiene que estar pasándolo mucho peor, quien guste de salir diariamente al campo a buscar setas (por ejemplo), que quienes disfruten viendo la televisión o dedicándose a la Filatelia (también por ejemplo).

Como en mi caso (ya sabéis), mi afición principal es "pintar soldaditos" (y otras cosas), y en estos últimos días he pintado un montón, montón que se une a "otro montón" que tenía pintado tiempo atrás y que por circunstancias, no había publicado hasta ahora, voy a hacer en los próximos días cinco entradas, unas más extensas que otras, con las que espero que os podáis entretener un rato; por lo menos lo mismo que me he entretenido yo pintando las figuras y redactando las entradas. Y así vamos pasando la p. cuarentena.



Templo en ruinas
Y lo primero que os muestro, es lo que en origen era una pieza de ornamentación de acuario, un templo griego, un templo "de los redondos" ("tholos"), que generalmente estaban dedicados al Fuego o al Sol. Entre los primeros cabe destacar el gran templo de Vesta (la diosa del Fuego del Hogar), algunas de cuyas columnas todavía permanecen en pie en el Foro Romano.  Entre los segundos, uno de los más famosos templos dedicados a Apolo, dios del Sol, es el que se puede contemplar en Delfos, Grecia; lo que queda está bastante "perjudicado", pero da la imagen de su pasada grandeza. 

La pieza estaba pintada con unos colores chillones de preocupar, así que para dejarla en unos tonos más creíbles, opté por repintarla en su totalidad con marrón chocolate, como si se tratase de una imprimación, para después pintar las columnas y arquitrabe en marrón beige y el basamento en gris oscuro. Después de eso, unos cuantos pinceles secos en amarillo caqui y gris claro respectivamente, unas aguadas muy diluidas en  tierra mate y nuevos pinceles secos. Tras la adición de algo de musgo y césped, el templo (o sus ruinas, más bien), queda muy presentable para ambientar cualquier batalla de tiempos grecorromanos. 



 Cipreses
He adquirido cipreses con objeto de llevar a cabo un proyecto que todavía tengo muy en ciernes, por lo que aún no lo desvelo...  ;)  ...mientras tanto, pueden cumplir una función meramente escenográfica como fondo de fotos. Ideales para acompañar zombis y otros seres post-mortem que puedan deambular por olvidadas necrópolis. 



Lo único añadido por mi mano a los cipreses originales (igual que a los demás árboles que figuran en este post), son las peanas, hechas como casi siempre, con Pasta Das, a la que añado tierra de modelismo (pintada en marrón oscuro y pincel seco caqui), césped y algunos matojos o piedrecillas.


Abetos
Con este tipo de árbol he acompañado las figuras de varios animalotes prehistóricos que publicaré entre las entradas próximas. También apropiados para ambientar aventuras en la región de los Grandes Lagos. 


Algo haré próximamente sobre esa idea de los Grandes Lagos... si el Covid19 lo permite... a ver cuándo podemos volver a salir para comprar figuritas...


Fresnos
Pues sí; concretamente fresnos dorados. Simplemente los he usado para romper "tanto verde" en grupos arbóreos, como se puede comprobar al fondo de la primera foto. Por cierto, en dicha foto, a la izquierda, aparecen unos pinos que no forman parte de este post (están publicados anteriormente), pero tenía que rellenar el espantoso hueco que quedaba ahí. Cuestión de equilibrio estético.  


Un fresno era el Yggdrasil, el árbol sagrado de los antiguos nórdicos, que se supone unía Asgard, el reino de los dioses, con los mundos inferiores que se repartían por su tronco y raíces.


Arbustos
De este tipo de arbusto ya he publicado anteriormente algunas fotos. La diferencia con los actuales, es que éstos son más grandes. Y es que el buen resultado decorativo que me han dado estas piezas en anteriores trabajos, hace que me haya animado a realizar más. Como ya he comentado anteriormente, estos arbustos se venden en enormes ramos, pero recortándolos a tamaños apropiados y provistos (como los árboles) de sus buenas peanas de Pasta Das, son un excelente recurso escenográfico.

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Procedencia de las diferentes piezas:
El templo en ruinas fue adquirido hace años en el antiguo "Aquarium" de Madrid, hoy  desaparecido.
Cipreses y fresnos, en "Bazar Matey".
Abetos, en "Casa Reyna".
Los arbustos, en el proveedor asiático (vulgo "chinos")
Las peanas de árboles y arbustos, fabricación propia.

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