Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Exploradores y tramperos del Canadá. Colonización


Los primeros humanos que llegaron a Canadá fueron los "inuit" (por otro nombre "esquimales", término éste que al parecer se considera hoy despectivo). Los inuit pasaron desde Asia a través del estrecho de Bering hace unos 15.000 años. Más tarde llegaron los antepasados de los indios que ocuparían el Oeste de Canadá (nootka, haida, tlingit...). Poco después, se asentarían los ancestros de los indios de las llanuras (assiniboines, pies negros, kainai...).

Imagen de América del Norte en la que destaca Canadá. Obtenida en Google Earth. La toponimia y la línea del "Paso del Noroeste", incluidos por mí. 

No sería hasta el 1.200 aC aproximadamente, que llegarían los indios de los bosques orientales, que se asentarían en torno a los Grandes Lagos y zonas adyacentes. Entre estos indios de los bosques, destacan hurones e iroqueses, ambos bien conocidos, tanto por su actividad en los enfrentamientos entre franceses y británicos (especialmente en la denominada Guerra Franco India), apoyando ya a unos, ya a otros, como por las posteriores obras literarias en que han aparecido (Fenimore, London...).


Los primeros europeos en llegar a Canadá fueron los vikingos, que en torno al año 1.000 llegaron (según constata la arqueología) a la península del Labrador y a Terranova. Pero una cosa es que "estuviesen allí", lo cual es indiscutible, y otra, pretender que "descubrieron América"; lo cual es una majadería. "Descubrir", es "destapar", dar a conocer lo que está oculto; y América siguió tan oculta para el resto del mundo, después de la visita de Leif Erikson, como lo había estado antes.

No fue hasta 1496, cuatro años después del "auténtico Descubrimiento", y una vez "levantada la perdiz", que el también genovés Juan Caboto (John Cabot, para los ingleses), a las órdenes de Enrique VII rey de Inglaterra, recalaba por aquellas tierras; concretamente se acredita su visita a Cabo Bretón, Baffin y Terranova; se considera oficialmente a Caboto como descubridor de Canadá.


En 1524, comienza la exploración francesa de Canadá. Enviado por el rey Francisco I, el italiano Giovanni da Verrazano recorrió zonas de Florida y Terranova buscando lo que durante mucho tiempo sería una quimera: "El Paso del Noroeste", es decir, una manera de llegar desde el Atlántico hasta el Pacífico, sin tener que bordear el cabo de Hornos o atravesar el Estrecho de Magallanes, descubierto por éste en 1520 en el transcurso de la expedición española a Las Molucas y que terminaría bajo mando de Elcano realizando la Primera Vuelta al Mundo (1522). 

La comunicación entre el Atlántico y el Pacífico, al margen de bordear América bien por el norte, bien por el sur, se estableció en 1914 con la apertura del Canal de Panamá. Volviendo a Verrazano: no encontraría el Paso, pero tiene el mérito de haber sido el primer europeo en explorar la costa Atlántica de Estados Unidos y Canadá. 


Entre 1534 y 1542, Jacques Cartier, francés al servicio de Francisco I, realizó tres viajes a Canadá, durante los que remontó el río San Lorenzo, buscando también  infructuosamente el Paso al Noroeste. Estableció contacto con los iroqueses, con los que comerció, y en una invernada, construyó el fuerte de Santa Cruz, en el lugar donde más tarde se fundaría Quebec. Fue Cartier el primero en asignar al territorio el nombre de Canadá, basándose en la denominación que le daban los indios.


Entre finales del siglo XVI y principios del XVII se produjo el inicio de la gran colonización del Canadá por parte de Francia. Numerosos aventureros, atraídos por las enormes ganancias que se derivaban de la consecución y posterior venta de pieles de animales, especialmente de castor, afluyeron a la región de los Grandes Lagos. Recordemos que los Grandes Lagos ocupan el territorio sur-oriental de Canadá, marcando a fecha de hoy, parte de la frontera de este país con los Estados Unidos. Los Grandes Lagos son: Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario. 


La primera colonia francesa permanente en Canadá fue Quebec, fundada en 1608 por Samuel Champlain, sobre los restos del fuerte de Cartier, anteriormente citado. Champlain descubrió el lago de su nombre y dio a la región el nombre de Acadia, aunque todo el Canadá francés pasó pronto a conocerse como "Nueva Francia". Prácticamente en paralelo a la fundación de Champlain, John Smith (el de Pocahontas), había fundado el primer asentamiento británico permanente en lo que luego serían las Trece Colonias, germen de los Estados Unidos: Jamestown, en 1607. Los "Padres Peregrinos" del "Mayflower" fundarían Plymouth, en Massachussetts, en 1620.


Samuel Champlain basó su actividad en la regulación del comercio de pieles, en colaboración con los hurones (y siempre en lucha con los iroqueses desde un sangriento enfrentamiento que resultó nefasto para éstos). Champlain facilitó y fomentó las expediciones de tramperos, a los que pronto se conoció como "coureurs de bois" (corredores de los bosques), en una época en que tal comercio no tenía competencia para los franceses, ya que Inglaterra no estaba (por el momento) interesada en pieles ni castores, y las posesiones españolas en Norteamérica estaban situadas al Este y al Sur.


A propósito de la ocupación de América del Norte por franceses y británicos, es de  destacar la diferencia entre el sistema de colonización de unos y otros. Mientras los primeros, al norte y al oeste, se basaban en asentamientos principalmente comerciales, mantenidos por tramperos y cazadores, los segundos, al sur y al este, trataban de asentar colonos, agricultores y ganaderos que ocupaban las tierras de manera permanente. No quiere esto decir, que los franceses no tuviesen también colonias formadas por familias campesinas permanentes, pero la mayoría demográfica en las colonias siempre estuvo del lado británico. 

Por otra parte, tal circunstancia dirigió la enemistad de la mayoría de tribus nativas hacia los ingleses, que eran vistos como "ocupantes", mientras que los franceses aparecían a los ojos de los indios como "visitantes" con los que intercambiar pieles por productos manufacturados; la excepción, como vimos antes: los iroqueses, que dedicaron su amistad en un primer momento, a los holandeses (que les proporcionaban armas de fuego), y posteriormente a los británicos.


A mediados del siglo XVII los franceses ejercían un control absoluto sobre el comercio de pieles en la región de los Grandes Lagos. Fue entonces, cuando un trampero llamado Pierre Esprit Radisson (1636-1710), que había llegado siendo adolescente a la región y había sido apresado por los iroqueses y convivido con ellos durante dos años, tuvo noticias (mediante sus amigos nativos) de que muy al norte, existía una región que los indios llamaban "Agua Salada", donde linces, osos, zorros, y por supuesto castores, entre otros muchos animales de piel valiosa, eran mucho más numerosos que en los Grandes Lagos. Tal región resultó ser la Bahía de Hudson, que había  descubierto en 1610, y dado nombre, el inglés Henry Hudson durante otro intento de dar con el Paso del Noroeste.


Pero entre el punto más al norte de los Grandes Lagos (el Lago Superior) y el punto más al Sur de la Bahía de Hudson, había (y sigue habiendo) unos 560 kilómetros. 560 kilómetros de bosques y zonas la mayor parte del año cubiertas de nieve. Era por tanto una expedición que sería muy costoso organizar, por lo que Radisson, no pudo ponerse en marcha hasta encontrar un "socio capitalista". Una vez contactado éste, y adquirido el equipo necesario, Radisson y su cuñado, Médard Chouart des Groseilliers, marcharon hacia el norte. 

La primera expedición a la Bahía de Hudson, terminaba en 1660 con un éxito espectacular: Radisson (1) regresaba a Nueva Francia con una cargamento de centenares de miles de pieles transportadas en un centenar de canoas, manejadas por sus amigos iroqueses. 

(1) Sobre las aventuras de Radisson: existe una película que comentaremos más abajo.


Sin embargo, el gobernador de Nueva Francia, alegando oscuras razones, les confiscó el cargamento y les impuso una multa. Despechados frente a este abuso, y aún franco-canadienses como eran, Radisson y Groseilliers se dirigieron a la colonia británica de Boston, de donde pasaron a Inglaterra.

Allí, consiguieron interesar en el comercio de pieles al Príncipe Rupert, que les facilitó una entrevista con el rey de Inglaterra Carlos II, logrando interesar también a éste en el asunto. Y tras una muy fructífera expedición (entre 1668 y 1669), en 1670, se creaba la británica Compañía de la Bahía de Hudson, centrada en el comercio de pieles (la Compañía sigue funcionando a fecha de hoy, aunque sus actividades se han diversificado).


El caso es que ahora, también Inglaterra estaba interesada en la zona y en las pieles, lo que produjo numerosos altercados territoriales entre las dos potencias, altercados que significaron varios serios enfrentamientos bélicos y que culminarían en la guerra Franco India (1754-1763), de la que hablaremos otro día (2), y período al que pertenecen nuestras figuras.

(2) Adelantemos no obstante, que todo el Canadá pasó después de esta guerra, a dominio británico; sin embargo, la mayoría de su población continuaba siendo de origen e idioma francés, lo que provocaría otros problemas.

En cuanto al Paso del Noroeste, fue finalmente descubierto por el noruego Roald Amundsen en 1905, que posteriormente (1911) dirigiría la primera expedición que alcanzó el Polo Sur.

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El Renegado
La película a la que hacíamos referencia al hablar de Pierre Radisson, es "El Renegado", de título original "Hudson's Bay", es decir: "Bahía de Hudson", siendo éste uno de los pocos casos en que la modificación de un título anglosajón al castellano me parece oportuna y coherente; porque viendo los hechos del amigo Radisson, es obvio que fue, digan lo que digan los británicos, un "renegado".

Pero aunque sea la narración de los hechos de un renegado, y aunque peque de cierto infantilismo, la película tiene un encanto particular y se hace interesante y amena; siendo además una película que se encuentra con cierta facilidad: a fecha de hoy, está en YouTube y se puede descargar sin problemas (no en balde ha cumplido 78 años); eso sí: la calidad de la imagen deja bastante que desear.


"El Renegado" o "Hudson's Bay" fue dirigida por Irving Pichel en 1941 y rodada en "B&N". Contaba con el protagonismo de Paul Muni (actualmente no muy conocido, seguramente, pero una primera figura en la época); en los papeles secundarios estaban: la guapa Gene Tierney, Laird Cregar y Vincent Price. Éste último, posiblemente a fecha de hoy, el único intérprete de esta cinta que mantiene cierta fama... al menos, entre los amantes del género de Terror.

Y aunque Muni y Cregar sobreactúan (y mucho), en sus respectivos roles de Radisson y su cuñado Groseilliers, el resto del reparto es más comedido, la ambientación (considerando la época) está bastante lograda, nos quedan claros los motivos y movimientos de las primeras expediciones a la Bahía de Hudson... y en definitiva, la cinta consigue hacernos llegar el "sabor" de los mejores días de tramperos y colonos.


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Las figuras son de: Warlord Games
28mm, metal


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