Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Roma - Los Triunviratos - Agonía de la República.

Cayo Julio César

El Primer Triunvirato se constituyó en el año 60 aC y se mantuvo en funcionamiento hasta el 53 aC. Lo formaron: Cayo Julio César (100-44 aC), Cneo Pompeyo Magno (106-48 aC) y Marco Licinio Craso (115-53 aC).

Fueron los Triunviratos (hubo dos, como veremos), un sistema de poder compartido entre tres políticos, que más allá del clásico "consulado" (1), pretendía armonizar los intereses de los "optimates" (partidarios del Senado) con los de los "populares" (partidarios de la plebe), al tiempo que canalizar los intereses políticos y económicos de los propios triunviros y acabar con la caótica situación que vivía la República en los últimos tiempos. La República tenía los días contados y los triunviratos representaron una especie de "enlace" entre tal institución y el Imperio.

(1) El "Consulado" había nacido en 509 aC, al mismo tiempo que la República. Consistía en la elección de dos magistrados elegidos por la Plebe y ratificados por el Senado, con el cargo limitado a un año, que se repartían el poder legislativo y militar. Su mandato estaba supeditado (teóricamente) al Senado. El sistema continuó funcionando en paralelo a los Triunviratos.


En el año 60, Roma acababa de atravesar un amplio período de guerras (civiles y externas), desórdenes sociales, revueltas, amenazas de invasiones, intentos de golpes de estado y problemas de todo tipo; un período de algo más de setenta años que pudieron dar al traste con el futuro de la Urbe. Recordemos algunos de estos sucesos hasta entroncar con la formación del Primer Triunvirato.

Los desórdenes sociales habían comenzado en 133 aC con la Ley Agraria de los hermanos Graco (Tiberio Sempronio y Cayo Sempronio), tribunos de la plebe, que provocó la furia de los optimates; y culminaron con el asesinato de ambos hermanos, en 133 y 121 respectivamente.

Cneo Pompeyo Magno

Entre 113 y 101 aC se produjo la guerra contra cimbrios y teutones, pueblos proto-germánicos que amenazaban las fronteras y habían masacrado dos ejércitos romanos. La amenaza fue conjurada por Cayo Mario. Solapada con la guerra cimbria, se había producido en el norte de África, la Guerra de Yugurta (111-105 aC), asunto que solucionaron entre Mario y Sila.


El desgaste humano que estas guerras provocaron en Roma fue grande; pero los problemas solo habían empezado: Entre el 91 y el 89 aC, los aliados itálicos se rebelaron contra la Urbe (Guerra Social) pretendiendo obtener la ciudadanía romana. Tras varios sangrientos enfrentamientos, el Senado tuvo que reconocer tal derecho a los itálicos.

En 88 aC se consumaba en Éfeso (Asia Menor) una matanza de ciudadanos romanos instigada por Mitrídates, rey del Ponto. El hecho obligó al Senado Romano a enviar un ejército a la región, al mando de Sila (partidario de los optimates), pero la plebe le retiró el mando para entregárselo a Mario (líder de los populares). Esto significó el principio de una de las más sangrientas guerras civiles que vivió nunca Roma, y que se prolongó hasta el 82 aC,  terminando con la victoria total de Sila y los Optimates. A continuación, Sila instauró una dictadura que duraría hasta 79 aC e impuso leyes que favorecían los intereses del Senado en detrimento de la plebe.


En el intermedio (88-84 aC), Sila había derrotado a Mitrídates (Primera Guerra Mitridática); y uno de nuestros protagonistas, Pompeyo, lugarteniente de Sila, había derrotado a los partidarios de Mario en Sicilia y  África; por lo que fue apodado "El Magno". No tardó en declararse la Segunda Guerra Mitridática (83-81 aC), al mando de Licinio Murena. La pugna quedó en tablas.

Entre 77 y 71 aC, Pompeyo pasó a Hispania, para sofocar los últimos restos de los partidarios de Mario, dirigidos por Sertorio. En el Ponto, en 74 aC, Mitrídates se agitaba de nuevo; la campaña contra éste (Tercera Guerra Mitridática) fue dirigida en principio por Lúculo, que más tarde cedería el mando a Pompeyo.


A continuación tuvo lugar la famosa "rebelión de los esclavos" (Tercera Guerra Servil) dirigida por Espartaco, que se extendió entre el 73 y el 71 aC, y fue aplastada por el ejército de Craso (otro de nuestros protagonistas) junto al río Silaro, en el sur de Italia, y rematada por Pompeyo, que regresando de España con sus legiones, encontró y masacró a los esclavos supervivientes a la batalla anterior.

Marco Licinio Craso

En 70 aC, el consulado fue ocupado por Pompeyo y Craso (ambos del partido de los optimates), que, en un acercamiento a los populares, desarbolaron las leyes que había impuesto Sila. Fue el gran momento de Pompeyo, que en los años siguientes, dotado de poderes extraordinarios, expulsó a los piratas cilicios del Mediterráneo (66 aC) consiguió derrotar definitivamente a Mitrídates (63 aC) y convirtió en provincias romanas el Ponto, Siria y Cilicia, al tiempo que Armenia, Capadocia, La Cólquide y Judea pasaban a ser estados vasallos.


Pero continuaban los problemas: en 63 aC, tuvo lugar la "Conjuración de Catilina", senador del grupo de los populares, que pretendía una violenta toma del poder. La conjura fue denunciada por Cicerón; y los partidarios de Catilina fueron derrotados en la batalla de Pistoia en 62 aC. Este mismo año, Pompeyo regresaba a Roma, para encontrarse con que el Senado prohibía el reparto de tierras que había prometido a sus veteranos. Este contratiempo, hizo que Pompeyo se replanteara su fidelidad a los Optimates. 


Formación del Primer Triunvirato (60 - 53 aC)
Así las cosas, Craso, el hombre más rico de Roma, que en estos momentos se había acercado a los populares, se unió a un joven político, que perteneciendo a una familia senatorial, tenía sus simpatías por los populares, y que aunque no poseía un palmarés militar tan brillante como otros políticos del momento, también había obtenido algunas victorias como pretor en Hispania; además era muy amado por la plebe por haber patrocinado numerosos juegos públicos; su nombre:  Cayo Julio César. Craso y César atrajeron a Pompeyo a su proyecto para hacerse con el poder; y así fue como se formó el primer Triunvirato.


Con la fama militar de Pompeyo, el dinero de Craso y el "tirón" popular de César, el Triunvirato, dominó Roma. Para empezar, Pompeyo pudo por fin repartir tierras entre sus legionarios, así como reducir los impuestos en las provincias, cosa a la que se había comprometido. En 56 aC se reafirmaba el Triunvirato, y al año siguiente, 55 aC, aprovechando un nuevo consulado de Pompeyo y Craso, los triunviros se repartían las provincias para continuar engrandeciendo sus respectivas carreras militares (y consecuentemente, sus respectivas fortunas): César recibía las Galias (que ya había gobernado anteriormente), Pompeyo, Hispania y Craso, Siria.

De izquierda a derecha: bustos de César, Pompeyo y Craso.

Entre el 58 y el 51 aC, César conquistaría las Galias, mientras Pompeyo permanecía en Italia en labores de política interna, y Craso, que había partido hacia Oriente con la esperanza de conquistar el reino de los partos, encontraba la muerte en pugna contra éstos, en la batalla de Carras el año 53 aC. Esto significaba el fin del Triunvirato.

Con Craso muerto, las diferencias entre Pompeyo y César se agrandaron, y cuando en 49 aC el Senado, atizado por Pompeyo ordenó a César disolver su ejército y presentarse en Roma, César cruzó el Rubicón con sus legiones y Roma se encontró con otra sangrienta guerra civil... que veremos otro día.

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Marco Antonio

El Segundo Triunvirato (43-38 aC)
La idea de este post era en principio, dedicarlo únicamente al Primer Triunvirato; pero como las miniaturas incluyen a Marco Antonio, que formó parte del Segundo, dedicaremos unas líneas a éste.

Después del asesinato de César (44 aC), Marco Antonio, que había sido su lugarteniente, pensó que heredaría todo el poder... pero se encontró con que el testamento de César nombraba heredero universal a su sobrino nieto, Octavio.


Tras varios enfrentamientos armados entre Octavio y Antonio (Guerra de Módena), ambos decidieron unir sus fuerzas para acabar con los asesinos de César; y contando con Lépido (leal cesariano "de toda la vida") formaron el Segundo Triunvirato. El Triunvirato desarrolló en Roma una depuración implacable contra todos los anti-cesarianos que pudo encontrar. Una de sus víctimas destacadas fue Cicerón. Después, acabaron con los últimos conjurados implicados en el asesinato de César (Bruto y Casio) en la batalla de Filipos (Macedonia, año 42 aC)

Obtenida la victoria, los triunviros se repartieron el mundo romano: Octavio, Occidente, Marco Antonio, Oriente, y Lépido, África. Pero Lépido sería pronto obligado a dimitir de su cargo. Vendría después el distanciamiento paulatino entre Octavio y Antonio, debido entre otras cosas, a la aventura de éste último con la reina de Egipto, la celebérrima Cleopatra (Antonio estaba casado con la hermana de Octavio).

Busto de Marco Antonio

Y como no podía ser de otra manera, de nuevo estalló otra guerra civil, que afortunadamente para Roma, sería la última (la última de la República). En 32 aC empezaban las hostilidades, que terminarían con la total victoria de Octavio en Accio (o Actium, en Grecia), en septiembre de 31 aC. Antonio y Cleopatra se suicidaban poco después.

Dueño del poder absoluto, a Octavio sólo le quedaba planificar el mundo romano a su gusto... y lo hizo. En 27 aC el senado le confería el título de Augusto, y con el nombre de Cayo Julio César Octavio (u Octaviano) Augusto, reinaría hasta el 14 dC y pasaría a la Historia como el primer emperador de Roma. La Urbe encaraba nuevos tiempos...


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Las figuras son de: Warlord Games Miniatures
28mm, metal.
(Añadamos que la identificación de las figuras viene dada por el fabricante).


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