Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Roma - Legionario de los últimos tiempos del Imperio


El año 476, el hombre fuerte en la política romana era el general Orestes, de ascendencia germánica, como de ascendencia germánica habían sido los últimos Magister Militum del Imperio de Occidente; por ejemplo, Estilicón (vándalo) o Ricimero (suevo). Desde tiempo atrás, las altas familias romanas (salvo excepciones) no estaban interesadas en la carrera militar y se dedicaban a otras facetas del poder.

Orestes había depuesto poco antes al emperador Julio Nepote y había colocado en su lugar a su propio hijo, el joven Rómulo Augústulo, que contaba catorce años. Evidentemente, Orestes pretendía gobernar a través de su hijo. Esto ocurría en Rávena; ya hacía años que los emperadores, ante la agitación de los germanos en la península itálica, habían abandonado Roma como capital y se habían retirado al norte, a la más fácilmente defendible Rávena.


Y efectivamente, la sagrada Roma, ya había sido tomada dos veces en lo que iba de siglo V. En 410 por el visigodo Alarico, y en 453 por el vándalo Genserico. Así que la corte se encontraba en Rávena protegida por sus marismas y pensando que hasta allí no podrían llegar las hordas bárbaras.

Pero en lo que no pensaron los cortesanos fue que las propias tropas de guarnición en Rávena también estaban formadas por germanos. En su mayoría, hérulos. 

Y en el citado año 476, los hérulos tuvieron noticias de que en Hispania y parte de la Galia, los visigodos habían formado un reino independiente de Roma, de que en África los vándalos habían hecho lo mismo, y de que en  Britania, anglos y sajones habían roto todo contacto con lo que quedaba del Imperio.


Así que se dirigieron a Orestes y le exigieron como pago a sus servicios, la tercera parte de Italia como tierras en propiedad para ellos y sus hijos. Orestes se negó en redondo, y entonces los soldados, se unieron bajo uno de sus generales, Odoacro, y se rebelaron, dispuestos a obtener por la fuerza lo que no se les había entregado por las buenas.

Orestes huyó a Ticino y posteriormente a Pîacenza; donde fue perseguido, apresado y decapitado. Tras eso, Odoacro, depuso a Rómulo Augústulo, al que dada su juventud no quiso matar y simplemente le ordenó retirarse a Campania. Después, proclamado rey por el ejército, sólo le quedaba mandar las insignias imperiales a Zenón, emperador de Oriente en Constantinopla. Era el cuatro de septiembre de 476.


Y así llegaba a su fin el Imperio Romano de Occidente. Ni grandes batallas, ni incendios colosales ni derrumbamiento de centenarias columnas... apenas unas cuantas degollinas bien aplicadas. Se ha discutido que en realidad en 476 no cayó ningún imperio, porque en gran medida, las estructuras del mundo romano siguieron funcionando durante mucho tiempo. Pero si consideramos que desde la deposición de Rómulo Augústulo en 476, ningún emperador volvió a ser nombrado (1) en Roma ni en Rávena, ningún ejército se opuso a los bárbaros porque los bárbaros eran el ejército, y  el mando supremo en Italia estaba en mano de otro bárbaro (Odoacro), entonces tendremos que convenir que, efectivamente, en 476 el Imperio Romano de Occidente, tal y como lo habíamos conocido, había caído. Pero eso sí; quedaba incólume el Imperio de Oriente, que con el nombre de Bizancio daría mucha guerra todavía...

(1) Ciertamente, el depuesto Julio Nepote, desde su retiro en la costa ilírica, siguió considerándose emperador hasta su muerte en 480, y fue reconocido por Zenón; pero tal detalle no significó nada para nadie en su momento, salvo para el propio Nepote y sus seguidores; que así y todo, le asesinaban en la fecha indicada.

---oOo--- 


- Sobre la figura y su armamento -    
Desde finales del siglo III la afluencia de elementos germanos a las legiones había ido en aumento y en los últimos años del Imperio, la mayoría del ejército era de tal procedencia: vándalos, suevos, francos, suevos... incluso elementos indoiranios como alanos o sármatas se podían encontrar en las unidades "romanas".

La barbarización del ejército tenía que reflejarse necesariamente en el armamento individual de los soldados, y nuestra figura refleja muy acertadamente tal influencia en su equipo, en el que sin embargo, perviven elementos clásicos. Analicemos:

- Casco: Variación del tipo "Berkasovo", de influencia sasánida. Sin embargo, la incorporación de la cimera le confiere cierto aire "helénico".
- Focale: El pañuelo de cuello que protegía la piel del roce con la armadura, continuaba en uso.
- Armadura: Formada por grandes placas de metal cosidas a un coleto de cuero. Un modelo de origen sármata.
Subarmalis: La prenda bajo la armadura, especie de túnica reforzada, fabricada en lino o cuero, que podía incluir (como en este caso) "pteruges" para proteger vientre y hombros. Un elemento "clásico" que sobrevivía desde tiempos griegos y etruscos.

 
- Espada: Es la "spatha" celto-germánica que ya hacía tiempo había sustituido al gladius. Con una hoja entre 80 y 100 centímetros estaba diseñada para herir de corte.
- Escudo: Del tipo ovalado y liso, que había sustituido al anterior ovalado y cóncavo que a su vez había sustituido al clásico cuadrado y cóncavo, o "de teja" de los días de Trajano. El motivo decorativo del escudo está tomado de la Notitia Dignitatum y corresponde a la legión "Mattiari Iuniores", que estuvo acuartelada en Italia.
- Plumbata: En el interior del escudo vemos sujetos cinco dardos emplomados (y emplumados) denominados "plumbatae" (plural de plumbata"), arma arrojadiza de origen danubiano. Empezó a usarse a principios del siglo IV.
- Polainas: Armadura ligera para las piernas, de origen oriental. Una simple tira de tela enrollada a las pantorrillas que tendría mucho futuro. Llegó a usarse en la Primera Guerra Mundial. 
- Grebas: Unidas a la parte frontal de las polainas, podían estar fabricadas en metal o en cuero reforzado. 
- Hacha: La temible hacha de guerra de doble cabeza, cuyo uso hubiese repugnado a un legionario romano "clásico", fue sin embargo, muy usada en los inciertos días del fin del Imperio. Tenía un origen nórdico.

---oOo---

En el momento de pintar la miniatura, he procurado mantener el aspecto "germánico" del legionario; de ahí los ojillos azulados que le he puesto, pretendiendo darle cierto aire teutón. Espero haberlo conseguido. 

---oOo---

La figura es de: "El Viejo Dragón"
65mm, metal.

---oOo---