Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

La Carga del Regimiento Alcántara (Annual, 1921)


Última entrada dedicada al sangriento conflicto conocido como "Guerra del Rif", que se extendió entre 1911 y 1927. Anteriormente he dedicado a esta contienda (también conocida como "Segunda Guerra de Marruecos"), dos entradas comentando sus orígenes y desarrollo. La primera de ellas dedicada especialmente a la Legión Española y la segunda a las Cabilas rifeñas. En ésta última, indiqué que próximamente dedicaría un post al Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería, conocido generalmente como "El Regimiento Alcántara"... Pues aquí lo tenéis.


Pero para hablar del Regimiento Alcántara, hay que hablar necesariamente del suceso histórico que sirvió de marco a la gesta por la que la unidad ha pasado a la Historia de España como un ejemplo de valor y abnegación.

Tal suceso fue el tristemente conocido como "Desastre de Annual", que aconteció  entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921. Y aunque tal evento ya quedó comentado en la citada última entrada sobre la Guerra del Rif, ahora vamos a ampliar datos y fechas sobre el particular, destacando los momentos en los que el Alcántara fue principal protagonista.


- Precedentes -
Vimos anteriormente, cómo tras el exceso de confianza del General Manuel Fernández Silvestre, que intentó ocupar más terreno del que podía controlar con las tropas de que disponía (lo que se tradujo en la dispersión del ejército español en multitud de pequeñas guarniciones de difícil defensa), el dirigente rifeño Abd El-Krim, vio llegado el momento de iniciar con ciertas garantías de éxito la rebelión definitiva de las cabilas del Rif contra la dominación española.


A la rebelión de las cabilas fomentada por Abd El-Krim, se unieron pronto la mayor parte de las tropas indígenas (marroquíes) del ejército español, y en pocos días caían, entre otras, las posiciones de Monte Albarrán (el 1 de junio, donde los rebeldes se apoderaron de los cañones españoles), y la de Monte Igueriben (el 21 de julio, utilizando los cañones mencionados).

En la tarde-noche del mismo día 21, los rifeños animados por la victoria, se dirigieron al principal campamento español en la zona: el aduar de Annual. Nuevas cabilas se fueron uniendo a las fuerzas de Abd El-Krim, y pronto Annual estuvo prácticamente sitiado.

En Annual, en ese momento formaban unos 3000 españoles y aproximadamente 2000 rifeños fieles al gobierno. Se les echaba encima una tropa de 18000 rebeldes.


El general Silvestre, viendo que la defensa era imposible (no había agua, faltaban alimentos y municiones, la moral de la tropa, en su mayoría reclutas de reemplazo, estaba bajo mínimos...), dio orden de retirada para el día siguiente, 22 de julio, a las once de la mañana. 

La operación estuvo mal planificada desde el principio, y la retirada se convirtió en una dramática huida hacia Melilla, que distaba aproximadamente 85 kilómetros de Annual. Desde las lomas, la policía indígena en rebelión, unida a los componentes de las cabilas, tiroteaba a placer la columna española. Contingentes de rebeldes llegaban continuamente engrosando el número de acosadores. El pánico se extendió entre la tropa española. Entonces llegó la hora del Regimiento Alcántara.


- El Regimiento Alcántara al inicio del Desastre -
El Regimiento, en julio de 1921 contaba con 690 jinetes aproximadamente. Se dividía en cinco escuadrones de sables y uno de ametralladoras; cada escuadrón, mandado por un capitán, se dividía a su vez en cuatro secciones de 25 cazadores, que se podían dividir en tres escuadras de ocho. El escuadrón de ametralladoras se componía de dos secciones, que utilizaban la ametralladora MMG Colt de 1915. 

Los escuadrones de sables usaban el modelo "Puerto Seguro, un sable recto español, de reciente creación; y el fusil Máuser modelo 1895. Los oficiales portaban además del sable, la pistola semiautomática "Campo Giro", de fabricación española.

El regimiento podía combatir a pie o a caballo, siendo la carga al arma blanca su principal cometido. Las cargas podían realizarse en línea, columna o a discreción, siendo ésta última la más usada en el Rif, debido a lo abrupto del terreno.

Por ausencia del su jefe superior, el coronel Manellas, el Regimiento estaba en ese momento al mando del teniente coronel Fernando Primo de Rivera.


- El Desastre -
El Regimiento Alcántara se había concentrado el 20 de julio, días antes de la orden de retirada de Annual, en la posición de Dar Drius. Desde allí, el día 21, participó en el fallido intento de auxiliar la posición de Igueriben, tras lo que se trasladó hasta Annual escoltando al general Silvestre, que regresaba de Melilla. 

Una vez en Annual, el general da orden al Regimiento de regresar a Dar Drius para fortificar una posición intermedia en las alturas cercanas a Izumar. La noche del 21, en Annual, prácticamente cercado, Silvestre convoca un consejo de oficiales en el que, considerando, como vimos antes, la precaria situación de la posición, se decide abandonar la plaza al día siguiente.  


Día 22 de julio de 1921, inicio del Desastre. Aunque los mandos habían intentado que la decisión de retirada no trascendiese a la tropa, el rumor se extendió durante la noche, y a primeras horas de la mañana, mientras los oficiales organizaban la columna de marcha, las tropas de la policía indígena (marroquíes) se rebelaron y comenzaron a disparar sobre los españoles. Fue el inicio del pánico que convirtió la retirada en una despavorida huida hacia Melilla.


- La Gesta del Alcántara -
El Regimiento Alcántara se encontraba aún en la posición intermedia, próxima a Dar Drius, en tareas de fortificación, como hemos visto, cuando vieron venir la "marea humana" desde Annual, acosada por los rifeños. Les llegó la orden de proteger los flancos y la retaguardia de la columna.  

En las cuestas de Izur tuvieron lugar las primeras cargas del Regimiento para permitir a la "marea humana" proseguir su camino. El ejército avanzaba en desbandada, acosado por todas partes. Muy pocas unidades mantenían una mínima disciplina, como el regimiento de Infantería de San Fernando, en la retaguardia, que hacía frente a los enemigos que se cebaban en la despavorida columna.


En el barranco de Izumar llegan al Regimiento noticias de que Annual ya está tomada por los rebeldes y de que el general Silvestre ha desaparecido entre los caóticos combates. El mando de la zona es asumido por el  general Felipe Navarro y Ceballos. La retirada prosigue, y ante el gran número de heridos exhaustos procedentes de Annual, el Regimiento llega al punto de tener que cargarlos de dos en dos en sus propios caballos para trasladarlos a Dar Drius; y esto, mientras intentaban esquivar las balas de los rifeños y repelían a sablazos a los que se les aproximaban demasiado.


Día 23 de julio de 1921, el "último día del Alcántara". A primera hora de la mañana, parte del Regimiento al mando de Primo de Rivera, sale de Dar Drius y carga contra los moros en defensa de la columna del teniente coronel Romero, que cumpliendo órdenes del general Navarro, ha abandonando su posición en Chief para unirse a la retirada general. Los del Alcántara, tras cumplir su misión y poner en fuga a los rifeños, a las 11 de la mañana están de vuelta en el campamento, donde son vitoreados.

Otras unidades de posiciones próximas a Dar Drius, también reciben órdenes de unirse a la columna principal en esta plaza. Y el número de huidos no deja de aumentar. Pero también aumenta el número de rifeños que les acosa. Poco después, el Regimiento al completo, recibe la orden de abandonar Dar Drius y dirigirse, siempre escoltando a la columna, a la posición de Batel. 


En el curso de esta misión, cerca del mediodía, se les ordena escoltar un convoy de camiones cargados de heridos. Cuando los camiones de avanzada son interceptados por los moros que comienzan a degollar a heridos y conductores, el Regimiento carga al arma blanca contra los atacantes y los disuelve a cuchilladas. El convoy llega finalmente a Batel.


- La última gesta del Alcántara -
Tras un breve descanso, a la tarde del mismo día, deben regresar a Dar Drius en apoyo de las fuerzas del general Navarro, que acaba de abandonar la plaza. Esta tropa se une al grueso de la columna en retirada. Cuando la columna comienza a cruzar el cauce del río Igan, seco en esa época del año, sufre un ataque masivo de las cabilas en mayoría numérica abrumadora y situados en las lomas que flanquean el río. El teniente coronel Primo de Rivera dirige su última arenga al Regimiento y da la orden de cargar contra los moros. Fue el canto del cisne para los de Alcántara, que realizaron hasta cinco cargas contra los rebeldes; las últimas realizadas al trote, por la extenuación de los caballos. El regimiento sufrió 471 bajas; los supervivientes, muertos los caballos, aún combatían a tiros y sablazos pie a tierra. La columna, aunque muy menguada, finalmente pudo vadear el río y continuar su camino.

Al final del día 23, el Regimiento Alcántara había dejado de existir como unidad. Los escasos sobrevivientes se unieron a otras unidades.


- Conclusión del "Desastre" -
El heroico sacrificio del Regimiento Alcántara permitió a la mayoría de los huidos llegar a Monte Arruit, y a otros pocos (mas afortunados) a Melilla. Y decimos "más afortunados", porque los que consiguieron llegar a Arruit (entre los se contaban varios ex-componentes del Regimiento, concretamente parte del escuadrón de ametralladoras, así como el propio Fernando Primo de Rivera, tras resistir varias semanas, y prácticamente agotadas provisiones y municiones, rindieron la plaza ante la oferta rifeña de respetar sus vidas. Oferta falaz y traicionera, porque tras la rendición y la entrega de armas, los rebeldes torturaron y degollaron a los sobrevivientes. No contentos con esto, vejaron vergonzosamente los cadáveres. Estos hechos ya los hemos resumido anteriormente, pero es oportuno traerlos a colación ahora, porque la caída de Monte Arruit se produjo el 9 de agosto de 1921, y ésta es la fecha en la que se da por concluido el "Desastre de Annual".


- Bajas y Reconocimientos -
Los caídos entre el 22 de julio y el 9 de agosto, fueron aproximadamente 8500 españoles y 2500 rifeños fieles al gobierno, la mitad de ellos, asesinados tras rendirse. Concretamente el Regimiento Alcántara perdió 586 hombres, el 85 por ciento de la unidad. El considerado "héroe de la jornada", el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, durante los combates de Monte Arruit, sufrió la pérdida de un brazo por una bala de cañón, muriendo por gangrena el 6 de agosto, antes de la caída de la plaza. Primo de Rivera fue condecorado a título póstumo con la concesión de la máxima condecoración militar de España: la Cruz Laureada de San Fernando.

También el Regimiento Alcántara fue propuesto para tal condecoración a título colectivo. Pero por "circunstancias de la vida", la imposición del distintivo a la unidad no se realizó hasta el año 2012. Noventa y un año después de la gesta. Y es que "las cosas de Palacio van despacio", como dice el refrán popular. Qué pena de gobiernos intermedios, oye...  Dejad que me ría (con tristeza)...  XD


- Reacción española y consecuencias posteriores -
Volviendo a las fechas del  "Desastre": la reacción española fue pronta y resolutiva. Ya el 24 de julio, ante el temor de la caída de Melilla, el gobierno enviaba a la zona refuerzos. Concretamente: el Regimiento de Infantería de la Corona, los Regulares y una bandera de la Legión. Varios miles de hombres con los que pronto se iniciaría la recuperación de los territorios perdidos.


El Desastre de Annual produciría un "tsunami" político en la península, provocando el descrédito de la monarquía y poniendo los primeros cimientos para lo que vendría después... En cuanto a la situación en el Norte de África, daría un vuelco a favor de España con el "Desembarco de Alhucemas", en 1925, desarrollado en alianza con Francia. Pero de esto ya hemos hablado extensamente antes, así que vamos a dejar el tema del "Desastre" aquí.

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- Breve historia del Alcántara, y su supervivencia hasta hoy -
El Regimiento Alcántara fue fundado en el siglo XVII, bajo el reinado de Felipe IV, conjuntamente con otras unidades de Caballería creadas para la protección de las posesiones españolas en Flandes. Estuvo encuadrado en el Tercio de Nestién.

Posteriormente, con otras denominaciones, pero siempre conservando el nombre de "Alcántara", participó en la mayoría de conflictos, tanto internacionales como internos en los que se vio involucrada España, desde la Guerra de Sucesión, pasando por la de los Siete Años, Independencia, Carlistas, Cuba... hasta la fatídica Guerra del Rif que hemos visto en detalle.


Después de su práctica desaparición en 1921, el Regimiento fue refundado en 1927, y con diversos nombres ha llegado hasta hoy (tras un período desaparecido durante la Guerra Civil). Actualmente , con el nombre de "Regimiento Acorazado de Caballería Alcántara, n.10". está destinado en Melilla, donde cumple misiones de guarnición.

Según la página Web del Regimiento, la unidad mantiene el "Espíritu de la Caballería" de sus predecesores, "...hecho de audacia y abnegación, de sacrificio y disciplina, es el alma misma de los Jinetes y no morirá jamás, porque el alma es inmortal".   

Pues maravilloso... ¿Qué vamos a decir después de algo tan solemne y lapidario? Bueno, sí; podemos decir: ¡Larga vida al Regimiento Alcántara!  ;)

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La Carga del Río Igan, obra del gran Augusto Ferrer Dalmau.

Si queréis ver otras entradas sobre la Guerra del Rif...
Precedentes y la Legión Española, pinchad aquí.
Desarrollo y Cabilas Rifeñas, aquí.

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- Sobre las figuras (Metal, 28mm) -
Son creación de la empresa española "Baraka Miniaturas", que nos está dando a los maniacos de esto de "pìntar soldaditos", muchas alegrías en los últimos tiempos. Tanto el modelado como el diseño de caballos y soldados es magnífico y el material empleado admite muy bien la pintura. Sin embargo, hay un par de pegas que me gustaría destacar, en la creencia de que en posteriores ediciones (de esta gama concretamente) podrían evitarse esos pequeños fallos  si llegan a la empresa noticias de esta "queja" (y me consta que en cierta medida, ya les han llegado).  ;)

La primera pega es la endeblez de las espadas (o sables). Son demasiado finas y se rompen con facilidad. Dos se me han roto al intentar "enderezarlas" y alguna otra ha quedado muy "tocada" . Ya sabemos que en sus blisters o cajas de transporte, las figuras tienden a deformarse. Pero lo habitual es que el material admita ser forzado a su posición correcta sin partirse. Esto es tanto más posible cuanto más plomo y menos estaño (o antimonio), lleve la aleación. Y también en función del grosor del arma. No parece demasiado complicado subsanar el "fallo".

La segunda pega, posiblemente debida a fallos de fundición: algunos detalles como bolsillos o botonaduras, son prácticamente invisibles y hay que "inventar mucho" a la hora de pintar. Esto podría ser resuelto con una revisión de los moldes.

En cualquier caso, lo comentado no es nada en comparación con la satisfacción de poder pintar miniaturas tan bien documentadas y diseñadas como éstas de los chicos de  "Baraka Miniaturas", a quienes felicito desde aquí por la labor que están ejerciendo para dar a conocer un período de la Historia de España, tan desconocido por el público en general, como olvidado por otros fabricantes de miniaturas.

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